8.6.07

Imaginemos

Permítanme pedirles, para efectos pedagógicos, que Imaginemos un mundo donde, a diferencia con el mundo imaginado por John Lenon, gobiernen cabeza de motor, el rector parís, ledezma, rosales y los sifrinos de primero justicia.

¿Cómo sería ese mundo, ese sueño?

En realidad mandarían bush, condolezza, brownfield y sus herederos.
Bolívar volvería a ser de bronce, y no de corazón de Pueblo cabalgando al frente de las luchas de la Patria.

PDVSA sería privatizada, y la renta que ahora va al Pueblo sería una renta de miseria, migajas. La renta sería apropiada por los Estados Unidos y la meritocracia.

El Estado volvería a ser el Estado al servicio de un grupito de privilegiados, y no el Estado de las mayorías, representante de toda la sociedad que hoy es.

Todos los pasos en la búsqueda de un mundo mejor, del Socialismo, serían piezas de museo, cosas del pasado. La Esperanza moriría, nos transformaríamos en una sociedad sin sueños, perderíamos la grandeza.

Los humildes volverían a su condición de excluidos, de parias, recordemos que son intolerables para la vista y el olfato de los escuálidos, serían confinados en ghettos porque afean el ambiente, las migajas no alcanzarían para ellos.

La clase media desaparecería rápidamente, víctima de los verdugos que ella misma creó, que ella misma es.

La educación sería privatizada y reservada sólo a los privilegiados, los liceos públicos serían cerrados, y la calidad educativa disminuiría por las protestas de los maestros pidiendo sueldos justos. Las Universidades públicas acumularían deudas astronómicas, tendrían que luchar por un mísero aumento de sueldo, y serían reducidas a inmensos depósitos humanos. Algunas cerrarían, y en el mejor de los casos serían fábricas de egoísmos.

Los estudiantes volverían a morir en las calles víctimas de los cocodrilos azules.

La inseguridad aumentaría vertiginosamente, pero en la prensa silencio sepulcral. La “libertad de expresión” ahora sí cumpliría su papel de asesina de la Expresión de la Libertad.

Volvería esa maquinaria de deformación de la mente, de dominación psíquica que fue radio caracas, a intoxicar al Pueblo con sus imágenes, a facilitar su depredación. El canal ocho sería privatizado y también contribuiría a la disociación mediática.

La América se fragmentaría más que nunca. El ALBA desaparecería, la ayuda a los países hermanos cesaría. Nos convertiríamos en un Pueblo egoísta e incapaz de unirnos para lo grande, para lo hermoso.

Pero siempre (hasta en este mundo imaginario, de pesadilla que por supuesto no volverá), el Comandante encarnaría la Esperanza de que un mundo mejor es posible, que el Socialismo es posible, y estaría infinito en el corazón del Pueblo, en la primera línea del combate por retomar el camino de la redención.

¡Chávez no se negocia!

¡El Socialismo no se negocia!

¡La Orden del Libertador para los Cinco Defensores de la Humanidad!

CRUCIFIQUEN A CHÁVEZ

La orden vino del norte. Saben que por el golpe tradicional no es posible derrotar a la Revolución y apelan a la “operación calvario”.

La primera fase era construir la imagen mediática de un “Chávez dictador”, he allí la finalidad de la campaña de descrédito internacional, por eso condolezza va a la OEA. Era importante para ellos transmitir que se enfrentan a un dictador como Hitler. Por eso el comportamiento de la oposición interna gritando libertad, y acusando a Chávez de concentrar todo el poder. No se descartan acciones cruentas que endosadas al gobierno afirmen la ficción de dictadura. Si tumbaron ellos mismos las torres gemelas, son capaces de cualquier cosa.

Ya construida esa imagen de dictador, tienen dos posibilidades para la próxima fase: un golpe cruento, o la llamada lucha política noviolenta.

La lucha política noviolenta, es la que desarrollan en esta segunda fase.

La principal característica de la guerra noviolenta, es que su objetivo final es forzar la negociación, fundamentalmente la salida negociada del “dictador”, no importa si verdadero o construido en la ficción, en este caso el Comandante Chávez.

Más claramente, en estos momentos está en marcha una lucha noviolenta que tiene como finalidad la salida negociada del Comandante Chávez.

¿Cómo funciona esta Guerra noviolenta que ya está en marcha?

Tratan de aislar al Comandante, debilitando su conexión con el Pueblo y con el Socialismo. Las visitas de los manifestantes a los poderes, que son símbolos del gobierno y de la Revolución, operan en esta dirección: “reconocen” la autoridad de los poderes, pero no la autoridad del Comandante.

Disputan áreas de competencia a la autoridad revolucionaria, por eso pretenden dirigir la vigilancia en sus manifestaciones. Buscan pequeñas concesiones que vayan carcomiendo al poder, para luego irlas ampliando, teniendo siempre presente la negociación.

Intentan borrar las fronteras que separan a los revolucionarios de los contrarrevolucionarios, pregonan que todos somos iguales, que los capitalistas pueden ser socialistas, etc. ¿Si esto es así, cuáles son los motivos para enfrentarse? Suavemente van avanzando y dejando al Comandante como la “fuente de toda discrepancia”.

La tercera fase es la del desenlace, en esta fase tienen la conciliación lista, sólo le falta el detonante que precipite la situación de conciliación.

Ahora el plan no es la liquidación del chavismo, es la convivencia “democrática pacífica”, con el chavismo conciliador.

La lucha política noviolenta ha sido aplicada contra dictadores, pero es inédita su aplicación a gobiernos revolucionarios respetuosos de los derechos humanos. Aquellos reaccionaban con violencia, los revolucionarios debemos inventar formas inteligentes de enfrentar esta embestida.

Debemos ir a su campo, todos nosotros, todos los días, comenzando por los ministros. Hay que ¡crear miles de Vietnam pacíficos! en sus universidades, en sus plazoletas, en las televisoras enemigas, a impartir clases libres socialistas, a abrir debates, allí en el terreno de ellos, sacarlos de nuestro territorio. La clave está en la movilización permanente, todos los días.

¡Chávez no es negociable!

¡El Socialismo no es negociable!

¡Orden del Libertador para los Cinco Defensores de la Humanidad¡

GOLPES Y LIBROS

Ya todo el mundo sabe, el Comandante lo ha señalado, que estamos enfrentando un golpe lento, de colores, o como se quiera llamar. Conocer esto es muy bueno, esa información nos acerca a una acción correcta. Ahora bien, ya sabemos a que nos enfrentamos, justo es que afinemos las fuerzas. Veamos.
Debemos interiorizar que enfrentamos un plan del imperio, y que se nos ataca porque los dirigentes tuvieron el coraje de llamarnos a construir el Socialismo. El imperio no puede perdonar que se pretenda construir un ejemplo que será mortal para su sistema capitalista.
Las intenciones agresivas del imperio no cesarán mientras nosotros caminemos hacia el Socialismo, de aquí que debemos prepararnos para una lucha larga y difícil. El imperio no acepta otra salida que truncar al Socialismo y acabar con el Comandante. Por lo tanto debemos prever una escalada que exige de nosotros cada vez más inteligencia, organización, disciplina, estudio, coraje.
El imperio ataca desde el exterior, tal es el caso de condolezza, y también desde el interior, como ahora con este golpe lento. Pero también lucha desde dentro de nosotros mismos, y es quizá este flanco de batalla, el de la lucha interior, el más importante, el más difícil.
Ya pasaron las etapas del garrote, esas agresiones burdas las derrotamos en abril y diciembre, ahora el imperio nos plantea una lucha sutil, apoyado en el pasado que todos llevamos dentro.
Se apoyan en la psiquis que formamos en nuestro recientísimo pasado capitalista, confía que no tengamos la suficiente fortaleza e inteligencia para reconstruirnos Socialistas, para cambiar los valores, ética, visión del mundo. Tienen esperanzas de que sucumbamos en “las heladas aguas del cálculo egoísta”, ellos esperan pacientemente a una implosión de la Revolución.
Las tentaciones son muchas, usar las armas melladas del capitalismo. La facilidad burocrática mina la gestión, la corrupción y el despilfarro son dos grandes enemigos.
Por eso la lucha contra el imperio es también una lucha contra nosotros mismos, por transformarnos en revolucionarios, en seres del futuro, en Hombres Nuevos. Y esa labor, ese frente de lucha no es una tarea individual, aisladamente no es posible, es un empeño que tiene varias facetas principales:
Una, es en el colectivo, en la organización, es con su vigilancia y su ayuda que se creará la gran fragua de la formación del Hombre Nuevo.
Dos, el ejemplo de los dirigentes. Su conducta debe ser en exceso revolucionaria, deben entender que sus palabras educan, su ejemplo talla, deben constituirse en los mejores en todo, en modelos revolucionarios.
Tres, el trabajo colectivo voluntario, como escuela de desprendimiento del hombre que ofrece su esfuerzo, su tiempo de descanso, al beneficio de la sociedad, a la construcción de la sociedad nueva.
Cuatro, el estudio, el aprendizaje, una Revolución se puede medir por la calidad de los libros que lee y discute, es necesario inundar a la Revolución de libros, del pensamiento de los clásicos revolucionarios, libros en exceso.
¡Chávez no se negocia!
¡El Socialismo no se negocia!
¡Orden del Libertador para los Cinco Defensores de la Humanidad!

7.6.07

CRUCIFIQUEN A CHÁVEZ

La orden vino del norte. Saben que por el golpe tradicional no es posible derrotar a la Revolución y apelan a la “operación calvario”.
La primera fase era construir la imagen mediática de un “Chávez dictador”, he allí la finalidad de la campaña de descrédito internacional, por eso condolezza va a la OEA. Era importante para ellos transmitir que se enfrentan a un dictador como Hitler. Por eso el comportamiento de la oposición interna gritando libertad, y acusando a Chávez de concentrar todo el poder. No se descartan acciones cruentas que endosadas al gobierno afirmen la ficción de dictadura. Si tumbaron ellos mismos las torres gemelas, son capaces de cualquier cosa.
Ya construida esa imagen de dictador, tienen dos posibilidades para la próxima fase: un golpe cruento, o la llamada lucha política noviolenta.
La lucha política noviolenta, es la que desarrollan en esta segunda fase.
La principal característica de la guerra noviolenta, es que su objetivo final es forzar la negociación, fundamentalmente la salida negociada del “dictador”, no importa si verdadero o construido en la ficción, en este caso el Comandante Chávez.
Más claramente, en estos momentos está en marcha una lucha noviolenta que tiene como finalidad la salida negociada del Comandante Chávez.
¿Cómo funciona esta Guerra noviolenta que ya está en marcha?
Tratan de aislar al Comandante, debilitando su conexión con el Pueblo y con el Socialismo. Las visitas de los manifestantes a los poderes, que son símbolos del gobierno y de la Revolución, operan en esta dirección: “reconocen” la autoridad de los poderes, pero no la autoridad del Comandante.
Disputan áreas de competencia a la autoridad revolucionaria, por eso pretenden dirigir la vigilancia en sus manifestaciones. Buscan pequeñas concesiones que vayan carcomiendo al poder, para luego irlas ampliando, teniendo siempre presente la negociación.
Intentan borrar las fronteras que separan a los revolucionarios de los contrarrevolucionarios, pregonan que todos somos iguales, que los capitalistas pueden ser socialistas, etc. ¿Si esto es así, cuáles son los motivos para enfrentarse? Suavemente van avanzando y dejando al Comandante como la “fuente de toda discrepancia”.
La tercera fase es la del desenlace, en esta fase tienen la conciliación lista, sólo le falta el detonante que precipite la situación de conciliación.
Ahora el plan no es la liquidación del chavismo, es la convivencia “democrática pacífica”, con el chavismo conciliador.
La lucha política noviolenta ha sido aplicada contra dictadores, pero es inédita su aplicación a gobiernos revolucionarios respetuosos de los derechos humanos. Aquellos reaccionaban con violencia, los revolucionarios debemos inventar formas inteligentes de enfrentar esta embestida.
Debemos ir a su campo, todos nosotros, todos los días, comenzando por los ministros. Hay que ¡crear miles de Vietnam pacíficos! en sus universidades, en sus plazoletas, en las televisoras enemigas, a impartir clases libres socialistas, a abrir debates, allí en el terreno de ellos, sacarlos de nuestro territorio. La clave está en la movilización permanente, todos los días.
¡Chávez no es negociable!
¡El Socialismo no es negociable!
¡Orden del Libertador para los Cinco Defensores de la Humanidad¡

5.6.07

LA MARCA DE CAÍN

Si nos preguntamos por las razones que inspiraron a Bolívar y a su Pueblo en la hazaña de cruzar Los Andes para ir a derrotar a los monárquicos, si nos preguntamos los motivos que impulsaban a la tropa patriota para realizar los inmensos sacrificios que la hora reclamaba, no podremos dejar de responder que eran ideas, motivos, razones sagradas, altruistas, nobles, las únicas que podían transformar a ese Pueblo en huracán libertario. Y es que sólo el espíritu, el corazón, puede convocar a los Pueblos para grandes hazañas, para construir universos nuevos.
Hoy en Venezuela atravesamos tiempos fundacionales que nos convocan para otro Paso de Los Andes, y es nuestro deber dotar al Pueblo del alma que lo impulse a la nueva hazaña.
En el fondo de la disputa está el destino de la humanidad, el capitalismo en el mundo lo ha copado todo. El planeta lleva la marca del capitalismo, que es la marca de Caín.
El imperio capitalista, sin dudas, nos lleva a la extinción de la vida planetaria, y el camino a esa destrucción de la vida está plagado de miseria espiritual y material para los Pueblos del mundo. El imperio es una maquinaria voraz que se alimenta de la vida y no cesará hasta desaparecerla.
Hoy en Venezuela, tal como en la época de la independencia, el Comandante y su Pueblo respondieron a la altura que las circunstancias reclamaban, aceptaron su responsabilidad histórica, y se pusieron del lado de la esperanza, de la redención, de la salvación de la humanidad. Pueblo y Comandante proclamaron que un mundo mejor es posible, que el Socialismo es necesario, posible, es salvación del infierno capitalista, y hoy tenemos el privilegio de recorrer el sueño de su construcción.
Por esa idea grande, por ese motivo hermoso, por esa razón sagrada, merece la pena movilizarse, ese es nuestro Paso de Los Andes, ese es el reto que hoy nos propone la historia.
Ocho años de Revolución nos han colocado en el campo de batalla donde se decide el futuro. Hoy, aquí, se decide el destino de Venezuela, del continente y de la humanidad.
¿Contra quién luchamos?
Grave error cometemos si limitamos la batalla a la pequeñez del cese de la concesión a radio caracas. Estamos luchando contra el imperio capitalista, que se empeña en derrotar a la Revolución, y esa derrota consiste en apartarla de su destino de convertirse en esperanza realizada, en demostración de que un mundo socialista es necesario, y que se puede construir.
La Revolución se puede extraviar de su destino de dos maneras:
Una, derrocar al Comandante.
La otra, deformar a la Revolución, diluirla, desdibujar su objetivo de construcción del Socialismo, ancorarla en objetivos subalternos. Esta es la más peligrosa porque es sutil, no se percibe, está llena de engaños y engañadores.
La marcha hacia el Socialismo debe seguir por sobre ataques y desviaciones.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, y sin Socialismo no hay Chávez!
!Orden Libertador para los Cinco Defensores de la Humanidad!

4.6.07

CRISIS Y OLIGARQUÍAS

En Venezuela las crisis revolucionarias siempre se han resuelto con una sustitución de oligarquías.
Sucedió así con la Revolución de independencia: El Libertador termina en San Pedro Alejandrino, mientras Páez transformado en neoligarca sube a la presidencia.
Zamora luchaba contra la oligarquía llevando en su propia tropa a los retoños de una neoligarquía que le daría muerte.
La lucha de Cipriano Castro transformó a un campesino de la Mulera tachirense, el general Gómez, en el primer neoligarca petrolero.
Tumbamos a Pérez Jiménez, pero terminamos con Rómulo asesinando patriotas, y a una neoligarquía sustituyendo a los perezjimenistas.
Es que ingenuamente hemos confundido oligarcas con oligarquía. Derrotamos a los oligarcas y dejamos intactas las condiciones para que surja de las cenizas una nueva oligarquía. Los hombres son oligarcas, pero la oligarquía, el sistema oligarca, es una relación determinada de los hombres con la propiedad.
Esta relación se caracteriza por la propiedad antisocial de los medios de producción, que se entrelaza con una espiritualidad egoísta, y permite que unos pocos (oligarcas o neoligarcas) se apropien de la riqueza, del trabajo del resto de la sociedad.
Entonces, la primera condición para acabar con el sistema oligarca es acabar con la relación de propiedad que le da origen, sustituyéndola por la propiedad social administrada por el Estado.
En las crisis revolucionarias, en esta crisis que estamos viviendo, debemos tener un ojo en la oligarquía vieja y otro en la neoligarquía que retoña. Debemos derrotar a los oligarcas y a las condiciones que permiten su existencia. La Revolución es derrotar a los oligarcas y acabar con las condiciones que permiten su restauración. Veamos.
La oligarquía retoñará siempre que exista la posibilidad de apropiarse del trabajo, de la riqueza ajena. La definición de oligarquía es: hombres que se apropian del trabajo ajeno. La forma como lo hacen no es relevante, puede ser explotando esclavos, o puede ser disfrazados de empresarios socialistas, o nomenclatura cogestionaria, puede ser en grupo o individualmente.
La única manera, la única vía para acabar con oligarquías y oligarcas, es transitar el camino de la hegemonía de la propiedad social de los medios de producción, y no es posible esa propiedad social si no es administrada por el Estado.
Es a través del Estado Revolucionario la única manera de administrar la propiedad social, de planificar, de tomar control de la economía nacional, en resumen, de hacer el Socialismo. Esto lo saben las oligarquías, las nuevas y las viejas, y oponen lo “público” al Estado Revolucionario. Buscan así debilitar al Estado y dejar a la sociedad revolucionaria sin su integrador.
Deslizan por debajo de la mesa, con el pretexto de lo público, a la propiedad antisocial, a la espiritualidad egoísta. Se olvidan que lo público sólo se hace social a través del Estado Revolucionario, lo público sin Estado Revolucionario es egoísta, es antisocial, es antisocialista, no es verdaderamente público.
Sólo a través del Estado Revolucionario la sociedad puede integrarse.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, y sin Socialismo no hay Chávez!