11.8.07

PRÓLOGO

Nos llega este prólogo de Rosa Tristán para el próximo libro de los Granos de Maíz, quisimos publicarlo para darles la noticia a los lectores:

“La historia es categórica: “una Revolución se pierde primero en la teoría”. Las dificultades de una revolución nacen, en última instancia, de extravíos teóricos. Fue así que la Unión Soviética se hunde en una confusión teórica que la deslizó hacia el capitalismo, peligro que había sido advertido por el Che, sin mucho éxito por cierto.

Entonces, es comprensible que la decisiva batalla de una Revolución sea en el campo de la teoría, en la trinchera de ideas, y es elemental que sea allí en este campo de batalla donde el enemigo coloque sus mejores armas y sus mejores soldados.

Cada vez que una Revolución aflora, llegan los heraldos de las tinieblas, teóricos del extravío, vienen sugiriendo erudición que cubre la intención de castrar al socialismo. Con discursos restauradores, camuflageados de revolución, conquistan mentes y corazones, se infiltran en las filas revolucionarias, deslumbran a los desprevenidos. Y un día, después de haber tomado algunas colinas, corazones, y algunas mentes, adquieren influencia y poder, que ejercen horadando la fortaleza revolucionaria, y contribuyendo en gran medida a su caída.

Aquí llegaron y desarrollaron su labor de confusión, conquistaron atalayas. Por eso estamos en hora decisiva, la hora de las definiciones, “la hora de los hornos”, como decía Martí.

En la Revolución Bolivariana vivimos etapa definitoria, los enemigos han activado sus mejores armas y nos han bombardeado con todas las deformaciones teóricas imaginables, desde el reformismo que tanto daño hace a las revoluciones y que tanto atacó Rosa Luxemburgo, hasta una especie de “marxismo cibernético” que pretende sustituir la lucha de clase por una suerte de malabarismo tecnológico, donde para hacer la Revolución serían más importante los Gigabytes de las computadoras que la propiedad de los medios de producción. Es el viejo programa de Gotha redivivo, mezclado, cual Frankestein, con los inventos de Bill Gates. Por supuesto, no podrían faltar los artificios oportunistas tales como “Empresarios socialistas”, o los “banqueros y tenderos con tierno rostro humano”.

Este tercer libro, La Hora de los Hornos, que reúne las columnas: “un grano de maíz” que aparecen todos los días en el diario “Vea”, tiene mucha importancia porque pretende discutir y llevar la teoría donde más se necesita, a las filas revolucionarias. Entienden que sólo discutiendo, contra todo riesgo, con rigor, sin “ocultar nada por motivos tácticos”, se podrá alcanzar la base sólida para avanzar.

Además tiene este libro la valentía de pelear adentro contra las ideas distraccionistas y los zarpazos invisibles pero dañinos de los que se cubren con pieles de ovejas.

Nos contenta y agradecemos que se nos brinde la oportunidad de presentar este nuevo libro de los Apontes, yo los conozco y sé que seguirán batallando por preservar el camino hacia el Socialismo, contra los de afuera y los de adentro. A pesar de las críticas, siempre leales al Comandante y al Socialismo, o mejor, las críticas son la mejor muestra de lealtad.

LA EQUIVOCACIÓN

Todos los revolucionarios se equivocan, los grandes y los pequeños, pensar que los revolucionarios nunca se equivocan es pensar, como decía Lenin, que no hacen nada. Entonces debemos concluir que la equivocación es consustancial a los revolucionarios y a la acción Revolucionaria.
De aquí surge una pregunta:
¿Cuál es el comportamiento revolucionario frente a la equivocación?
Los revolucionarios estamos con la Revolución por razones vitales, estratégicas, fundamentales, de aquí que la primera regla es que las equivocaciones no son excusas para apartarnos de la Revolución, nunca.
La segunda regla es que la equivocación debe ser señalada siempre y al riesgo que sea, no hacerlo así es disminuir la posibilidad de corregirla, y es una acción de lesa Revolución.
La tercera regla es acompañar la acción equivocada, señalando que es errónea, es decir, acompañamos a la Revolución aún en sus errores, y será la práctica el último juez en los asuntos de la Revolución.
Estas reflexiones vienen a cuento porque recibimos correos de personas que piensan que a veces nos pasamos en nuestras críticas, algunos lo dicen porque les da vértigo que critiquemos asuntos fundamentales de la Revolución, otros opinan que eso pone en peligro al proceso, y otros sienten que nos pueden dar un ramalazo. Aclaremos.
Creemos nuestro deber revolucionario criticar, y lo hacemos con rigor. Nos guía el propósito, tal como lo dijera el Che, de no ocultar nada por conveniencias tácticas, y de ser rigurosos en nuestros planteamientos.
Creemos que esta Revolución está asediada por deformaciones ideológicas que tienen como objetivo desviarla del camino hacia el socialismo, estas ideologías tienen fuerza, crecen y nos perjudican. Ellas deforman la historia, se apropian de las equivocaciones de los revolucionarios para de ellas construir doctrinas, inventan dislates que aparentan profundidad. Es nuestro deber enfrentarlas, allí en el terreno donde más daño nos hacen: en el campo de las ideas.
Sin dudas que esta Revolución se equivoca, pero también sabemos que tiene voluntad de enmienda. El gran rectificador es el Comandante Chávez y eso nos reconforta, porque una Revolución puede equivocarse, ya dijimos que eso le era consustancial, pero también debe tener una gran potencia rectificadora.
Es este binomio equivocación - rectificación lo que le confiere a las revoluciones su movimiento y su salud. Equivocación sin rectificación es un desastre sin escapatoria.
Entonces no nos asusta, no nos debería asustar, que nuestras críticas, que nuestro pensamiento no coincida con el pensamiento de los líderes, en la Revolución ese es un buen síntoma.
Ahora bien, las discrepancias no deben ser excusa para que subalternos, buscando la unanimidad que piensan agradará a los jefes, desaten una cacería interna. Las revoluciones que tomaron ese camino han dado a la historia crueles experiencias.
Nos debería preocupar la unanimidad, porque ese si es un mal síntoma para una Revolución, es indicio de agonía.
La Revolución debe ser siempre rebelde, contestataria, irreverente, he allí su fuerza. Revolución sumisa, obediente, fundamentosa, es Revolución perdida.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

UN LATIGAZO A LA SOBERBIA DE LA HUMANIDAD

Es unánime la certeza de la catástrofe ecológica que se avecina si seguimos transitando el camino que lleva la humanidad. Todos, desde los Presidentes del grupo de los ocho hasta el presidente de un centro ecológico de un liceo de Paraguay, coinciden en que la vida planetaria peligra.
Todos los días aparecen noticias que muestran las señales del desastre que inexorablemente se acerca, los científicos cada vez aportan más evidencias.
Entonces, surgen unas preguntas:
¿Qué clase de locura padece la humanidad que ante esta hecatombe anunciada no es capaz de tomar medidas? ¿Por qué la humanidad sigue el camino de su destrucción, ciega y sorda ante las evidencias?
La respuesta la sabemos: padecemos una enfermedad que se llama capitalismo, una demencia, una especie de fiebre que nos hace perder las mejores cualidades y sacrificarlo todo, inclusive la vida, en el altar del lucro, del dinero, de la ganancia. También, sabemos que el remedio es el Socialismo.
Pero esto no es suficiente, la enfermedad está tan extendida que hace casi imposible superarla. Cada día ella misma inventa argumentos para permanecer, surgen teorías y excusas para no extirpar la enfermedad.
La humanidad ve con tranquilidad pasmosa como países que ayer eran esperanzas, hoy son devorados por la enfermedad: China rompe record de divisas acumuladas, pero también de contaminación ambiental, Viet Nam va por el mismo camino. Los países sacan cuenta de lo bien que les va en sus ganancias, felices porque consiguieron driblar las restricciones ecológicas. No hay dudas, el desastre es inminente y no hacemos nada para impedirlo.
¿Qué debemos hacer los revolucionarios?
Es necesario un latigazo en la soberbia de la humanidad capitalista, que sabe que viene el desastre pero, sumergida en sus problemitas cotidianos, piensan que al final, como en las películas de Hollywood, los gobernantes sabrán qué hacer.
Los revolucionarios bolivarianos tenemos una gran responsabilidad en esto: somos concientes del peligro, sabemos sus causas y conocemos el remedio, además tenemos condiciones para alertar a la humanidad, por eso no podemos perder tiempo.
La Revolución Bolivariana debe diseñar acciones que sean un latigazo en la soberbia y la ceguera de la humanidad capitalista, es imperativo que el mundo concientice que transita en las márgenes del abismo.
La forma de estas alertas deben trascender a los discursos, es necesario tomar medidas heroicas, la iniciativa corresponde a los dirigentes. Nosotros proponemos que se convoque a un Congreso Mundial por la Defensa de Gaia. Donde se convoque a los más destacados de cada país. Eso sería un buen comienzo.
Pero además proponemos que se estudie, se piense, en detener la producción y los envíos de petróleo por un día o dos como una manera de alertar al mundo de la urgencia de modificar la locura consumista. Ya estamos oyendo los gritos por esta propuesta, ya sentimos el desprecio que ella suscita, estas reacciones serán indicativos de la gravedad del problema y la incapacidad de la humanidad capitalista para resolverlo.
¡Sólo el Socialismo salva a la humanidad!
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡Orden del libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!

9.8.07

CRITICAR ES AMAR

“Criticar es amar”, decía Martí, y añadía: “criticar no es censurar sino ejercitar el criterio”, es decir, buscar la verdad.
Una certera crítica es cimiento del rigor, y el rigor teórico nos da profundidad estratégica. Evitar la crítica descarnada, sustituirla por una ficción, nos proporciona éxito táctico, pero seguro descalabro estratégico.
En política es una tentación construir un mundo de ficción y después pensar que esa es la realidad. Y esa realidad ficticia tiene sus propias leyes: agradar al superior, la imagen, la apariencia sustituye a la esencia, más vale un buen aviso, una buena cuña, que el hecho en sí. La mezquina inmediatez domina sobre el vuelo alto.
En esta tentación cayeron los gobiernos de la oligarquía, y una madrugada amanecieron con el sol a sus espaldas y no han podido recuperarse más.
El peligro de esa tentación sigue vigente entre nosotros, debemos combatirla. Y hay una sola manera: la crítica, la descarnada, la que dice las verdades por más dolorosas que sean, no mentir jamás. Debemos combatir las declaraciones bobas, sin sentido, que nos apartan de la seriedad y de la verdad.
Recordemos que esta Revolución tiene como hito un “por ahora” cargado de crítica, es decir, esta Revolución es hija de la verdad, seria, valiente, rigurosa. Y esta característica debe afianzarse.
Es que la crítica rigurosa, permite rectificar, y una Revolución que tenga miedo a rectificar es una Revolución destinada al mundo de lo pequeño, de lo intrascendente, las grandes revoluciones, los grandes revolucionarios se caracterizan por ser capaces de grandes rectificaciones.
Bolívar, el Libertador, se dio cuenta en Haití, después de una crítica rigurosa de la situación, que debía atacar el fondo económico del sistema que quería sustituir, y se hizo profundo antiesclavista. Fidel es un maestro de la crítica y la rectificación, y al mismo tiempo un ejemplo de fidelidad con los principios.
La Revolución en los últimos días ha dado batallas importantísimas que merecen una crítica rigurosa: La formación del partido: ¿tuvimos el éxito esperado, fue correcto el diseño para su formación, dónde nos equivocamos, dónde acertamos, qué se debe corregir?
Los impulsos a formas económicas capitalistas: ¿hacia dónde nos llevan? ¿La propuesta de Yunus nos acerca o nos aleja del Socialismo?
Las renacionalizaciones: ¿Por qué se hicieron, hacia dónde va la política petrolera? La modificación del cuadro político con la actitud de podemos y el ppt: ¿Son sólo una manifestación política, o tienen su origen en proyectos económicos distintos al Socialismo? Percibimos la manifestación política y no el proyecto económico, el más peligroso, el que sustenta a la política.
El caso de Radio Caracas, los motores, las nuevas formas de propiedad propuestas, son buen material para la discusión en los Círculos de Estudio.
Es hora de activar la crítica, el estudio, el rigor teórico, como búsqueda de la verdad, así fortaleceremos a la Revolución.

¡La crítica es una formidable arma revolucionaria!
¡El Socialismo se hace con Socialismo!
¡Chávez es Socialismo!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes
Defensores de la Humanidad!

8.8.07

IDEOLOGÍA, ESTADO Y DIRECCIÓN

Los capitalistas, siempre enemigos del Socialismo, atacan al proceso en muchos flancos, pero principalmente en la ideología, ellos saben que derrotando, confundiendo a los revolucionarios en este campo, yugulan la posibilidad de avanzar hacia el Socialismo.
Donde la oligarquía pone más empeño en sus ataques, es en la ideología. Sabe que una ideología, una teoría clara, las ideas justas de que hablaba Martí, son capaces de derrotar ejércitos y fundar universos. Veamos.
Desde que el Comandante decretó la meta de ir hacia el Socialismo, inmediatamente entraron en acción las artimañas para impedir la construcción de un cuerpo teórico riguroso que nos permitiera definir rumbos.
Se dijo que nuestro Socialismo era nuestro y no se parecería a ninguno. De esta forma y de un plumazo, se desechó todo el acervo teórico de siglos de trabajo, de estudio y de lucha revolucionaria universal.
Se desprestigiaron las históricas experiencias revolucionarias, se magnificaron errores, se falsificaron las causas de las derrotas, y se sacaron conclusiones que mutilaban la posibilidad de aprender de la extraordinaria riqueza teórica de aquellos eventos. De esa manera, por ejemplo, se despreció a los bolcheviques, y toda la riqueza de la Revolución Soviética se simplificó en una sola palabra: ¡fracasó!
Se citaron fuera de contexto ideas de los grandes pensadores patrios para justificar la improvisación, así el “inventamos o erramos” de Simón Rodríguez, se usa para justificar cualquier disparate.
Se desacreditó a la discusión, endosándole indisciplina.
Esta deformación, de la que lo anterior son sólo ejemplos, ha hecho su labor de zapa. Hoy encontramos el absurdo de “teóricos” que deberían definir al Socialismo, y sólo dicen con desfachatez que el Socialismo nuestro no se sabe cómo será, que se “inventa en el día a día”, de esta manera lo despojan de rigor y precisión teórica. Así lo debilitan condenándolo a la confusión y a ser presa fácil de las corrientes enemigas.
Es imprescindible un cuerpo teórico sólido, definido, del Socialismo Bolivariano, que adapte la experiencia universal a nuestras condiciones, que se enriquezca con nuestras experiencias históricas, que se nutra del árbol de las tres raíces, y también de Cristo, de Salvador de la Plaza, de Fabricio, de Américo Silva, y también de Martí, de Lenin, de Trotsky, de Rosa Luxemburgo, de Mao, del Che y de Fidel, y por supuesto, de Marx.
No hacerlo bañará de confusión y ambigüedad a todas las actividades de la Revolución: la formación del partido, la recuperación de las señales radioeléctricas, la función del Estado, las relaciones de propiedad, la inversión de la renta.
Para la Revolución Bolivariana es tarea de primer orden construir un cuerpo teórico definido del Socialismo Bolivariano. Un Estado Socialista poderoso, con personalidad, capaz de dirigir sin complejos a la sociedad. Un centro de dirección política.
Estos tres pilares potenciados y potenciando el liderazgo del Comandante Chávez son garantía de avance en el rumbo al Socialismo.
¡Chávez no se negocia!
¡El Socialismo no se negocia!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad !

7.8.07

LOS CUADROS

La escasez de cuadros, de dirigentes, es común a muchas Revoluciones, estas arriban al poder emergiendo abruptamente desde las entrañas del pasado, en estas condiciones no han formado los cuadros que necesitan para la construcción revolucionaria. Esta carencia merece toda la atención, de cómo se resuelva depende en gran medida el éxito revolucionario.
La Revolución Bolivariana es un caso típico de Revolución con escasez de cuadros, de dirigentes revolucionarios. Siendo así cabe la pregunta:
¿De dónde surgen los cuadros?
Lo primero que debemos precisar es que la formación de cuadros es un fenómeno social que depende del espíritu revolucionario que impregne a la época.
Al principio, sólo hay un pequeño núcleo revolucionario, muy reducido, a veces es de sólo una persona, pero si las ideas son correctas, es suficiente. Las ideas se expanden por toda la sociedad sirviendo de referencia moral, construyendo la ética revolucionaria, creando el ambiente social para la formación y la actividad de los cuadros.
Podemos afirmar, que la falta de cuadros revolucionarios, manifiesta debilidad de ideas revolucionarias. De allí que, si queremos analizar la carencia de cuadros, un primer paso es analizar la debilidad en las ideas. Veamos algunas causas de esa debilidad:
De los regates tácticos se han construido teorías estratégicas que nos alejan del Socialismo. Es así que hemos transformado a la necesidad coyuntural de que el Socialismo conviva con el capitalismo nacional ya existente, en una teoría de un híbrido Socialismo-capitalismo que justifica el crecimiento del capitalismo, al punto de que el ministro de finanzas declara que se ha duplicado en los últimos años.
De las experiencias de intentos socialistas hemos sacado conclusiones sin asidero, distorsiones, que nos llevan a generalizar los errores allí cometidos, a deformar las causas de sus fracasos atribuyéndoselos al Socialismo. Tal es el caso de la Unión Soviética, que el Che sostuvo y demostró que caería por capitalista y no por socialista.
Nos hemos dejado intimidar con la patraña del capitalismo de Estado, y hemos construido un “Estado avergonzado de ser Estado”, un Estado arrinconado, temeroso de cumplir su papel de poder popular, de representante del Pueblo.
No conseguimos aclarar el problema de la propiedad, confundimos Propiedad Social, con propiedad colectiva, comunal, privada, y esa confusión se refleja en la conciencia. No le damos al problema de la Propiedad Social de los medios de producción la importancia vital que tiene para la construcción del Socialismo.
Soterradamente satanizamos al Socialismo como “un sistema que no es democrático”, cuando es el ¡único sistema democrático! ¡En el capitalismo no hay democracia! Y esta falta de fe nos hace ser vacilantes en la construcción del Socialismo.
No conseguimos instalar la conciencia de pertenencia a la sociedad, aún nos movemos en los criterios de éxito individual propios del capitalismo, lo individual egoísta predomina en la actividad de los ciudadanos.

¡Chávez y Pueblo son Socialismo!
¡Con Chávez todo, sin Chávez nada!
¡Orden del Libertador para los Cinco Héroes
Defensores de la Humanidad!
www.libertadorparaloscinco.org.ve

6.8.07

LAS RELACIONES HISTÓRICAS

Los acontecimientos históricos regresan para marcar el rumbo del presente. En el transcurrir de la vida de la humanidad no hay nada aislado, inédito, absoluto, todo acto tiene sus raíces en el pasado. De allí, la importancia de las relaciones históricas, de ellas depende el carácter de los procesos de hoy.
Los hechos históricos que festejemos, el por qué los celebremos, y la manera como los conmemoremos, van a indicar el carácter de los procesos de hoy. A ningún revolucionario se le ocurriría celebrar la cosiata, pero celebra la ayuda que Petión le dio a Bolívar como precursora del ALBA, y también recuerda con gozo el aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista.
La Revolución Bolivariana se relaciona directamente con lo más rebelde, lo más extremista de la Revolución de Independencia. Nos relacionamos con Bolívar y su “trescientos años de calma no bastan”, cuando entendió que había que radicalizar el proceso y superar la tendencia mantuana conciliadora que proponía la Junta Proctetora de los Derechos de Fernando VII. Nos relacionamos con el Libertador del “Decreto de Guerra a Muerte”, cuando entendió que era necesario delimitar los campos, ellos y nosotros. Y sobre todo nos relacionamos con el Bolívar traicionado y su obra inconclusa.
Recientemente celebramos el aniversario del Asalto al Cuartel Moncada y es bueno resaltar cuáles son las causas por las que ese acontecimiento sea central en los contentos de los revolucionarios mundiales, y cuáles son las relaciones de ese hecho con la Revolución Bolivariana.
El Cuartel Moncada significó en lo inmediato una fractura de la parsimonia de los revolucionarios del continente, que hasta entonces vegetaban en mares de burocracia y sumisión. Pero además fue muestra de que el deber de los revolucionarios es hacer la Revolución, y que ésta siempre es posible.
El Asalto al Cuartel Moncada es inicio de una renovación teórica vital para el camino revolucionario, una derrota del etapismo reaccionario. Mostró el rumbo de las revoluciones futuras y por supuesto marca a nuestra Revolución. Fue una operación militar que tenía como objetivo la conciencia del Pueblo, y sin dudas triunfó.
Y ese éxito significó un vuelco en la teoría, comprobó en la práctica que la conciencia es el fundamento de toda Revolución. Todas las acciones, las pequeñas y las grandes deben tener como fin la elevación y la consolidación de la conciencia del deber social.
Este principio ha guiado a la Revolución Cubana, de allí su extraordinaria resistencia frente a la adversidad, al desamparo de la Unión Soviética y al ataque incansable del imperio capitalista.
Reivindicamos el 26 de julio como una fecha que se hizo nuestra el 4 de febrero: las mismas motivaciones, la misma entrega, el mismo altruismo, el mismo objetivo. Por eso honramos el 26, por ser raíz y sentimiento del 4 de febrero, inicio de nuestra Revolución.
¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!
¡El 26 y el 4 un mismo sentimiento libertario!
¡Orden del libertador para los Cinco Héroes Defensores de la Humanidad!