3.1.09

EL OBJETIVO CENTRAL DE LA REVOLUCIÓN

La superación del capitalismo, la Revolución Socialista , implica un cambio cultural radical. Significa un cambio en la visión de la vida, la fundación de una nueva ética, de nuevos sistemas de referencias, en fin, se trata de la creación de un nuevo cosmos.
Los revolucionarios, sobre todo los dirigentes, deben guiar al Pueblo en este cambio de mundos. La tarea es difícil, se trata de valorar, de medir la realidad con nuevos ojos, eso significa un cambio profundo de todo, del alma. Veamos.
En el capitalismo, por ejemplo, un aumento en la venta de carros es un éxito económico.
Pero, en la Revolución es un indicativo de que no hemos logrado instaurar la nueva relación social, no hemos conseguido mudar la esquizofrenia del consumismo que lleva al desastre planetario, que persistimos en intentar la solución individual de los problemas, relegando las soluciones sociales. En resumen, que no vamos por el camino de integrar a la sociedad.
Si creemos que el camino al Socialismo está en el aumento del consumo no esencial, en la satisfacción de necesidades de forma individual, en cubrir necesidades creadas artificialmente por el capitalismo, entonces, lo que construiremos es una ilusión de avance, y al final, tal como lo dijo el Che, nos percataremos que erramos el camino y dimos vuelta en círculo para llegar al mismo capitalismo creador de miseria que queríamos superar.
Si cometemos el error de competir con las estadísticas del pasado capitalista, que sólo miden la carrera demencial del consumo y la transformación material que favorece a ese consumo, estaremos reafirmando a un humano que sólo tendrá dos alternativas: ser aplastado en sus mejores potencialidades, convertido en una lamentable máquina mercantil, o condenado a ser despojo excluido de la civilización, un regresado a la época de las cavernas. Y al final lo que estaremos cavando es la profundidad de la sepultura del Socialismo, del nuevo mundo que pretendimos construir.
El planeta reclama un cambio de rumbo que sólo el Socialismo le puede dar, dejar la senda de la valorización del humano por las cosas que posea, y valorarlo por la espiritualidad que sea capaz de expandir. Es decir, el mundo reclama una sociedad donde la base de la relación humana no sea lo material, el poseer, sino lo espiritual, el ser, donde el hombre no exista por lo que atesore de material, sino por lo que cultive de espiritual.
En resumen, decimos que lo espiritual, la relación humana basada en el amor, la fraternidad, el desarrollo de las mejores condiciones espirituales del hombre, el arte, la ciencia, la cultura, sobre todo la conciencia de su pertenencia a la sociedad, son el objetivo central de la Revolución. Y lo material está justificado en la medida que contribuya a crear las condiciones para el desarrollo de la espiritualidad, nunca debe ser excusa para aplastarla.
¡Chávez es Socialismo y sólo el Socialismo salva a la humanidad!
¡ La Enmienda es defensa de la Revolución !

30.12.08

CUBA DEFINE

En 1989, el mundo asistió perplejo a la caída sin combate del campo socialista. Inmediatamente florecieron teorías para explicar al nuevo mundo que se estructuró sobre los escombros del muro de Berlín. Se llegó hasta vaticinar el fin de la historia, absurdo que aún sobrevive.
En Venezuela la situación fue similar. Salieron nuevas interpretaciones del mundo y se produjo un cataclismo en la teoría revolucionaria. El escepticismo cundió, pasarse al campo contrarevolucionario era tolerado, bajaron las tensiones entre los revolucionarios y los dirigentes del status.
Muchos líderes revolucionarios pasaron a formar parte de los gabinetes de los gobiernos de la dominación. Se vendieron los libros de Marx y de Lenin a las librerías de usados, que los compraban a precio de papel de envolver. Era mal visto hablar de la época de la guerrilla, o se mencionaba con desprecio.
Todo parecía definido, el mundo se había reconstruido, el asunto era insertarse, conseguir ubicación en aquella arquitectura social que duraría por los siglos de los siglos.
Un hecho perturbaba a estos exrevolucionarios, ahora renegados: Cuba estaba allí, permanecía, resistía… ¿Por qué? ¿Por qué? Ninguna de sus neoteorías daba explicación a este hecho. Todas se estrellaban frente a la fortaleza moral cubana.
Las explicaciones llovieron con desespero: “está allí, pero tiene problemas, no hay jabón”. “Está allí, pero no hacen elecciones”. “Esta allí, pero no cumplen con los derechos humanos”. Explicaciones y justificaciones que se derretían al acercarse a los hechos: estaba allí, bloqueada, sin ayuda, sola en el mar del capitalismo, y no caía.
La lección era una: el Socialismo es viable y es el futuro de la humanidad.
Sólo un pueblo Socialista es capaz de la hazaña de la Cuba de aquellos días: ¡resistir a la caída del campo socialista, y al embate del imperio más poderoso que ha conocido la historia!
Ella preservó la esperanza.
Nos decía con su ejemplo que un mundo mejor es posible, que la historia no terminaba con el capitalismo, que la enfermedad era superable. Poco a poco, la humanidad volvió sus ojos a Cuba. Su llama heroica aún alumbra el camino de salida del infierno capitalista.
La posición frente a Cuba define a los revolucionarios. A ella nos une algo más que intereses materiales o afinidades ligeras: nos une la hermandad de remar juntos en el mismo barco, el de la redención del humano, el del Socialismo.
¡Chávez es Socialismo!
¡ La Enmienda es defensa de la Revolución !

29.12.08

¿CONTRA QUE LUCHAMOS?

Los Revolucionarios luchamos contra nuestra época, no hay sendas milagrosas.
Si la batalla es contra la época, es contra nosotros mismos.
Se trata de desarraigarnos, cortar las raíces que nos atan a la realidad, al sentido común, y fundar nuevas realidades, nuevas raíces, nuevos sentidos.
Sólo los dioses y los humanos son capaces de esta hazaña.
Es este atributo del humano el que transforma al simple animal que somos, en creador y a la vez destructor de mundos.
Capaz de construir la bomba atómica, y también de crear Unicornios Azules.
De construir Babilonias, y también desaparecer Hiroshimas.
Las épocas fundacionales se presentan poquísimas veces en la vida de los pueblos escogidos.
La mayoría de las naciones no conocen la oportunidad y se extinguen poco a poco en una vida fastidiada, sin más emociones que la que se desprenden de lo habitual.
Nosotros estamos en oportunidad de cortar raíces y fundar realidades, los signos de la Era son claros:
¡Los próceres han regresado!
A esculpir la roca que impidió el camino. Ya es hora de acudir al llamado profundo que nos llega desde siglos de extravío.
Que nadie se ate a anclas herrumbrosas,
Alcemos vuelo buscando el horizonte amplio de los grandes, dejemos atrás la nimiedad que construyeron en nosotros espíritus dolientes de mezquindad, de inmediatez.
Vamos a lo grande, que sólo es grande cuando dejamos la seguridad de lo conocido, cuando nos lanzamos sin red.
Marchemos a fundar la vida, no nos conformemos con lo poco, con pulir el pasado.
No nos regodeemos con triunfo de bufón. Intentemos lo inmenso, rasguemos el presente para ir al futuro.
¡El Pueblo de Bolívar ha regresado! Ahora cabalga junto a su espada para cumplir con el Monte Sacro y el Samán.
El espíritu de la Marcha a Oriente está de nuevo aquí, protejámoslo del interés mezquino que perdió a la Gran Colombia.
Allí en el amanecer, están esperando los pueblos por nosotros.
El Che nos aguarda, con su adarga al brazo.
Rocinante relincha por volver al camino.
Fabricio y Américo Silva se yerguen desde el campamento Venus, por todas partes sentimos el resplandor de la hoguera revolucionaria.
Los signos son claros, estamos en Era de milagros,
saltemos a las nubes, atrapemos la estrella.
Seamos humanos.
Hagamos la Revolución Socialista.

28.12.08

LOS CUADROS

La escasez de cuadros, de dirigentes, es común a muchas Revoluciones, estas arriban al poder emergiendo abruptamente desde las entrañas del pasado, en estas condiciones no han formado los cuadros que necesitan para la construcción revolucionaria. Esta carencia merece toda la atención, de cómo se resuelva depende en gran medida el éxito revolucionario.
La Revolución Bolivariana es un caso típico de Revolución con escasez de cuadros, de dirigentes revolucionarios. Siendo así cabe la pregunta:
¿De dónde surgen los cuadros?
Lo primero que debemos precisar es que la formación de cuadros es un fenómeno social que depende del espíritu revolucionario que impregne a la época.
Al principio, sólo hay un pequeño núcleo revolucionario, muy reducido, a veces es de sólo una persona, pero si las ideas son correctas, es suficiente. Las ideas se expanden por toda la sociedad sirviendo de referencia moral, construyendo la ética revolucionaria, creando el ambiente social para la formación y la actividad de los cuadros.
Podemos afirmar, que la falta de cuadros revolucionarios, manifiesta debilidad de ideas revolucionarias. De allí que, si queremos analizar la carencia de cuadros, un primer paso es analizar la debilidad en las ideas. Veamos algunas causas de esa debilidad:
De los regates tácticos se han construido teorías estratégicas que nos alejan del Socialismo. Es así, que hemos transformado a la necesidad coyuntural de que el Socialismo conviva con el capitalismo nacional ya existente, en una teoría de un híbrido Socialismo-capitalismo que justifica el crecimiento del capitalismo.
De las experiencias de intentos socialistas hemos sacado conclusiones sin asidero, distorsiones, que nos llevan a generalizar los errores allí cometidos, a deformar las causas de sus fracasos atribuyéndoselos al Socialismo. Tal es el caso de la Unión Soviética , que el Che sostiene y demuestra que caería por capitalista y no por socialista.
Nos hemos dejado intimidar con la patraña del capitalismo de estado, y hemos construido un “Estado avergonzado de ser Estado”, un Estado arrinconado, temeroso de cumplir su papel de representante del Pueblo.
No conseguimos aclarar el problema de la propiedad, confundimos Propiedad Social, con propiedad colectiva, comunal, privada, y esa confusión se refleja en la conciencia. No le damos al problema de la Propiedad Social de los medios de producción la importancia vital que tiene para la construcción del Socialismo.
Soterradamente satanizamos al Socialismo como un sistema que no es democrático, cuando es el ¡único sistema democrático! ¡En el capitalismo no hay democracia! Y esta falta de fe nos hace ser vacilantes en la construcción del Socialismo.
No conseguimos instalar la conciencia de pertenencia a la sociedad, aún nos movemos en los criterios de éxito individual propios del capitalismo, lo individual egoísta predomina en la actividad de los ciudadanos.
¡Chávez es Socialismo!
¡ La Enmienda es defensa de la Revolución !