6.6.09

EL MAPA DE HOY

Cada vez que la Revolución avanza es necesario ajustar el mapa político, revisar las ideologías que se mueven en el campo de batalla, sus expresiones prácticas, sus posibles movimientos. Veamos.


Está claro que, como consecuencia de las últimas medidas tomadas por la Revolución, el cuadro político cambió:


La oligarquía endureció su posición, se dejó de frivolidades democráticas y tomó el camino del enfrentamiento al margen de toda regla común. Ahora no esgrime más argumento que la fuerza, por eso van desde la guarimba hasta el magnicidio, pasando por el golpe de Estado.


Enfrentado a ésta encontramos el campo revolucionario, que si bien en lo económico está clarificando y afirmando sus posiciones socialistas, prestigiando a la Propiedad Social de los medios de producción, lo que significa un extraordinario avance, en lo ideológico aún se debate en la ambigüedad de no engranar a la Propiedad Social con la Conciencia del Deber Social. De esta manera, gruesos sectores de las masas no captan la importancia de las medidas económicas, ni son impactadas en su conciencia por ellas.


Esta situación produce debilidad en la organización política y social, y difumina la percepción que el pueblo tiene de su Estado Revolucionario.


En el medio de estos dos polos se encuentra la ideología pequeño burguesa, que hasta hace poco dictaba pauta dentro de la Revolución hasta sufrir un rotundo desmentido en la práctica. Pero, ahora surge maltrecha a cumplir su papel: distraer, confundir, no dejar concretar la marcha al Socialismo.


Fabrican encuentros de intelectuales cuyos pronunciamientos son confusos, dejan traslucir su resquemor por el liderazgo de Chávez, que ellos denominan “hiperliderazgo” o “cesarismo progresista”. Sin duda, son chavistas sin Chávez, pero avergonzados de salir a la luz del día, de saltar definitivamente la talanquera.


En el extremo donde se soldan la ultraderecha con el tremendismo irresponsable, encontramos grupos con tapujos de socialistas, pero antichavistas. Dedicados a certificar a la Revolución, para ellos esto no es Socialismo, pero Cuba tampoco.


Proponen disparates, son simples aficionados de la política, irresponsables. Su peligro estriba en que están infiltrados por los servicios oligarcas, que les influyen en tareas contra la Revolución.


En este paisaje la Revolución debe enfrentarse a la oligarquía nacional e internacional, a la ideología pequeño burguesa que aún resuella en su interior, y a los diletantes al servicio de los oligarcas.


Es necesario que los principios revolucionarios se afirmen, que los revolucionarios se unan fuertemente alrededor de los dos pilares de la Revolución de hoy: alrededor de Chávez y del Socialismo auténtico, el de la Propiedad Social de los medios de producción y la Conciencia del Deber Social, venezolano, propio, pero universal, internacionalista.


¡Dentro de esos principios todo se puede discutir, dentro de la Revolución todo! ¡Fuera de esos principios, fuera de la Revolución, nada!


Ya los atajos fueron transitados, y se demostró en la práctica que no funcionan, al contrario, son vía segura al fracaso.


¡Con Chávez y con el Socialismo Auténtico!

5.6.09

REVOLUCIÓN, MAGNICIDIO Y SENTIMIENTO

La Revolución Bolivariana entra con buen pie en la etapa de definiciones: ante el dilema producido por la crisis mundial de avanzar o pactar, escogió, sin vacilaciones, avanzar.
Y avanzar significa construir una nueva relación con los medios de producción. Y así se está haciendo: las socializaciones en petróleo, en la agricultura, la banca, indican que la Revolución es verdadera, que avanza, supera etapas, construye.
Esta profundización de la Revolución, es también una intensificación de la lucha de clases. El enemigo oligarca, los burgueses, que esperaban un pacto conciliador, una concertación, se convencieron de la autenticidad de la Revolución y dispararon las alarmas, decretaron ofensiva final en contra de la esperanza.
Los campos se delimitaron claramente: los que están con la Revolución y los que están en las trincheras enemigas, en el medio, unos pocos que aún permanecen viendo las estrellas, desconcertados con la realidad que se resiste a entrar en sus teorías desteñidas de sacerdotes de la nada.
El campo burgués oligarca, que es un brazo de los gringos, tiene orden de llevar la lucha de clases a su mayor profundidad. Atacan con fuerza desde sus medios de deformación, aprovechan cualquier grieta, se suben a todo descontento, desinforman, activan miedos, mienten con descaro.
Preparan ofensiva final, estocada decisiva.
Es en este cuadro que debemos ubicar el intento de Magnicidio. La Revolución se radicaliza, el enemigo usa todas sus armas.
El Magnicidio es una operación política y es allí que debemos estudiarlo y darle respuesta. Eso es lo principal, los operadores, son sólo eso, unos operadores insignificantes, el grueso del asunto está en otra parte.
Lo primero que debemos ser es autocríticos, conocernos, saber donde fallamos para corregir.
La Revolución Bolivariana ha entrado en una etapa de confrontación en la que el sentimiento del pueblo es decisivo. Aquí debemos parafrasear al Che: un pueblo que sea capaz de vibrar de indignación ante la injusticia, será un pueblo revolucionario, un pueblo que se mueva por razones altruistas, nobles, será un pueblo preparado para la batalla final que supone una Revolución.
El deber de las organizaciones de vanguardia de la Revolución, el PSUV y los demás partidos aliados, es la responsabilidad histórica de convocar al pueblo a la indignación por la amenaza de Magnicidio.
El pueblo muestra su indignación en la calle. Allí aprende y se prepara para avanzar y defender sus luchas. Que el enemigo oligarca sienta nuestra furia, que vea la intención real de que no quede “piedra sobre piedra”, pero además, la preparación, la fuerza para hacerlo.
Esta Revolución necesita pasión, sentimiento. Chávez, la Revolución, el Socialismo se defienden en la calle, con el corazón en una mano y en la otra la piedra lista por si se atreven.
Es necesario derrotar la campaña hipnotizadora de los medios que trivializan el intento de Magnicidio y desmovilizan al pueblo.
¡Con Chávez morimos todos!
¡Chávez es Socialismo!

4.6.09

DEBATE Y MOVILIZACIÓN

El debate frustrado entre los intelectuales orgánicos del capitalismo y los intelectuales defensores de la Revolución, evidenció la batalla decisiva que se desarrolla en Venezuela.
La oligarquía internacional entendió que es en Venezuela donde se decide la suerte del continente y de la humanidad.
De allí que el debate frustrado sirve de alerta, de advertencia: el combate que hoy libramos es un combate de características mundiales, esa es la dimensión de la responsabilidad de nuestra acción política, a esa grandeza debemos elevar nuestra visión.
El Gobierno Revolucionario avanza, las socializaciones de empresas ligadas al petróleo y a la agricultura marcan un camino de concreción de la esperanza.
Es necesario que la sociedad desposeída acompañe a su gobierno en este empeño, sólo así, unidos en las acciones, el Socialismo tendrá posibilidades de éxito en el crucial enfrentamiento con el capitalismo.
La Movilización es fundamental para el éxito de la batalla, podemos decir: Revolución sin Movilización es fogonazo que ilumina sin construir. Veamos.
Debemos empezar diciendo que las grandes revoluciones han tenido como base la Movilización : la Guerra de la Independencia fue la mayor Movilización hasta ahora conocida por la patria. La gloriosa Revolución Bolchevique, la China, la Revolución Cubana, todas fueron Movilizaciones monumentales.
Nosotros en Venezuela, que padecemos más de cincuenta años de elecciones burguesas, hemos perdido la capacidad de actuar, de Movilizarnos por objetivos políticos altruistas, hemos trocado a la masa actuante por la masa pasiva, que se aproxima a los problemas sociales de manera egoísta, que demuestra su desagrado desde su casa, tocando cacerola, que a lo sumo ve al vecino de balcón a balcón.
La burguesía se sostiene en el egoísmo, no le es grata la masa unida, movilizada alrededor de objetivos políticos altruistas, eso no le pertenece, por eso inventaron las elecciones burguesas, que fragmentan a dirigentes y al pueblo.
A la Revolución le pertenece la Movilización, que es el pueblo actuante en la calle, unido, corriendo riesgos, amalgamándose en la lucha, compartiendo alegrías y peligros, ejerciendo su solidaridad, rozando la espiritualidad socialista y, lo que es más importante, demostrando su voluntad en la acción.
Es necesario rescatar la demostración actuante de la voluntad popular, esa fisiología es la dinámica de la liberación. La pretendida “demostración pacífica de la voluntad” mediante elecciones es una trampa, es una manera de fragmentar al pueblo.
La lucha de liberación, la Revolución, siempre tiene un centro actuante que arrastra al resto de la sociedad. Así fue en la Guerra de Independencia, a la hora que el “egoísmo levantó la voz”, se siguió el ejemplo del centro actuante: Caracas. En la Revolución Cubana el centro actuante fue la Sierra, en la Rusa, Petrogrado. En el golpe de abril Caracas hizo honor a su historia.
De allí que la movilización de la masa no es un asunto de conveniencia del momento, es un imperativo de la Revolución. Movilizar siempre es un deber de los revolucionarios, es un problema ideológico. Las corrientes no revolucionarias, se oponen, distraen, escamotean la Movilización.
¡Socialismo es Revolución!
¡Chávez es Socialismo!

3.6.09

LA SEGURIDAD DE CHÁVEZ

La posibilidad de asesinato del Comandante Chávez nos indigna. Esta columna la escribimos con ese ánimo, pero también con tristeza.
No pretendemos hablar de la seguridad policial de Chávez, la que hacen los cuerpos de seguridad especializados, de eso no conocemos, queremos reflexionar de las acciones políticas que le elevarían el grado de seguridad al Comandante, que disuadirían al enemigo. Pensemos.
¿Por qué el magnicidio?
El magnicidio se sustenta en la creencia de que así se derrotará a la Revolución, resolverán el problema que no pueden resolver por la vía democrática, con votaciones.
Ellos piensan: “después de desaparecido Chávez pescaremos en río revuelto”, “las fuerzas chavistas se dispersarán”, “no tendrán respuestas”, “y se podrá, previo período de transición, volver a la situación de adormecimiento popular que había en la época de punto fijo”.
El magnicidio es una variante de la terapia de choque que aplicaron en Chile y que ya en el encuentro de cedice asomó la derecha fascista.
Entonces el magnicidio es una operación política, que hace menester una respuesta política.
¿Cuál sería la respuesta política?
La respuesta política tiene como base que la derecha, la dura y la suave, Peña Esclusa, pero también teodoro, entiendan que no podrán asesinar a Chávez y luego estabilizar al país en un nuevo pacto, que aquí no hay concertación posible, que se olviden de Chile.
Este convencimiento disuasivo se consigue haciéndole saber al oligarca, que si atentan contra el Comandante la respuesta será implacable, pero organizada.
Haremos lo que hay que hacer: Profundizaremos el Socialismo, no quedará piedra capitalista sobre piedra capitalista, nada, ni el humo de la propiedad nosocial ¡Nada! Las propiedades de los oligarcas pasarán de inmediato a propiedad de la sociedad y administradas por el Estado.
Los medios de deformación asesinos, incitadores al crimen, serán clausurados y convertidos en medios de comunicación social, verdaderamente de comunicación y verdaderamente sociales, tendremos la verdadera libertad de expresión, la del pueblo, la que cuenta.
Que se olviden de caos, los arrasaremos con pueblo organizado, no habrá saqueo, habrá incautaciones.
…Pero puede suceder, que la ira sea tan grande que la dirección revolucionaria no pueda controlar la respuesta. En ese caso la orden será: “cada uno debe convertirse en un ejército revolucionario, combatir a muerte al enemigo, todo lo que sea contra el oligarca será legítimo, desde el ajusticiamiento hasta la confiscación”.
Sólo así defenderemos al Comandante, haciéndoles ver a los oligarcas y a sus amos del norte que no es “negocio” tocar a Chávez.
Es hora de convocar a movilizaciones, desde ya el oligarca debe sentir la tempestad que un magnicidio desataría. Que tiemblen frente al poder del pueblo los oligarcas que planifican magnicidios, y los que con su silencio lo aprueban.
Da tristeza pensar que la insanía mental de la oligarquía los lleve a sumir al país en el caos, no adelanta pedirles sensatez, estamos tratando con zombis gobernados desde el norte. Siempre triunfaremos, a la patria de Bolívar no la sumirán en el caos.
¡Chávez!

2.6.09

EL DEBATE PRINCIPAL

La Revolución es un debate único, una sola confrontación que se escenifica en varios campos: el gran debate entre Socialismo y capitalismo, entre amor y egoísmo.
Recientemente los intelectuales de derecha reunidos en Caracas fueron invitados a debate por intelectuales defensores de la Revolución. El hecho causó revuelo, se formó una especie de sainete continental, la cosa quedó en la manipulación de los medios.
Al virtualizar, al personalizar el debate, se diluye el Debate Principal, el del Socialismo enfrentado al capitalismo.
Los obreros, a través de Vanguardia Obrera Socialista, invitan a debate a los capitalistas, a Lorenzo, Sigala, Zuloaga, Alfonso, ese es el gran debate, Socialismo enfrentado a capitalismo, los empresarios lo evitan de mil maneras, por ahora lo ignoran, los desprecian.
Los empresarios retados por los obreros se escondieron tras la tolvanera levantada por los intelectuales.
Los empresarios desde siempre han evitado la publicidad, es comprensible, quien comete un fraude no le gusta ser identificado, y ya sabemos que todo empresario se apropia del trabajo ajeno, por tanto es un estafador.
Los capitalistas entendieron temprano que la publicidad es para esconder la ratería, no para evidenciarla, de eso depende la permanencia, la posibilidad de continuar la estafa. Es así que se apropiaron de los medios de difusión.
El valor de la publicidad, la fuerza de los medios, lo comprendieron tan claro que Cisneros, el capitalista mayor, vendió tiendas para comprar un satélite.
Toda esta batalla, o mejor, toda esta evitación de la batalla, toda la manipulación para no hacer el debate entre Obreros y Empresarios, se dio en los medios de manipulación. Los oligarcas lo pueden hacer con facilidad, ellos son los dueños de la “libertad de expresión”.
Lo que no pueden hacer sus intelectuales, y eso les angustia, es un capitalismo sin sus consecuencias macabras, terribles para la humanidad y el planeta, esa realidad no es manipulable. Entonces, quien defienda al capitalismo tiene que cargar con sus lacras.
Ese es el centro y la debilidad de los capitalistas y sus intelectuales, por eso rehúsan el debate, irían en desventaja. Esa es la gran tragedia de un Emeterio Gómez, por ejemplo, defienden lo imposible, basta ver alrededor para darse cuenta que el sistema capitalista es indefendible.
La única defensa posible, el último refugio de los intelectuales capitalistas, coherentes con sus líneas argumentales, es proponer el “hombre egoísta”, el que no tiene futuro, verdugo de sí mismo, tan condenado que su mayor, mejor y única producción posible, es el capitalismo.
Entonces al defender al capitalismo tienen necesariamente que negar al hombre, condenarlo a ser víctima de su propia naturaleza.
Tenemos fe en el triunfo rotundo de los obreros, del humano, en ese combate que hoy los empresarios rehúyen en los medios, pero que se escenifica en el mundo real, entre capitalismo y Socialismo.
Los obreros construirán el Socialismo, acabarán con el fraude capitalista, ganarán el Debate Principal.
¡El Socialismo está ganando el Debate Principal!
¡Chávez es Socialismo!

1.6.09

¿QUIÉN PODRÁ DERROTARNOS?

Las Revoluciones son invencibles, nadie las puede derrotar, las Revoluciones se suicidan, ellas mismas son su patíbulo.
Después que una Revolución tiene acceso a las grandes masas, luego que la comunicación se establece, la derrota sólo puede surgir de sus entrañas. Siempre, detrás de una derrota revolucionaria está el comportamiento errado de los revolucionarios, antes que la experticia de los enemigos restauradores.
Y el extravío del camino está en la ideología, podemos decir que una derrota revolucionaria viene, siempre precedida por una derrota ideológica.
La gloriosa Revolución Bolchevique se derrumba, ya lo denunciaba el Che, por perderse en las armas melladas del capitalismo en el camino al Socialismo.
Si buscamos con detenimiento en la historia de Allende seguro encontraremos un yerro ideológico, la dificultad de parir la idea justa para descifrar la Revolución Pacífica.
Es así, las revoluciones son ante todo un asunto de ideología.
En la Revolución Bolivariana , en momentos en que transitamos las aguas de una agresión imperial de alta factura, perfeccionada en años y operativos exitosos derrumbando gobiernos y yugulando revoluciones, cuando estamos en una etapa estelar desde donde podemos avanzar al Socialismo o retroceder a etapa fascista, es un deber de los revolucionarios profundizar, perfeccionar la ideología.
En esta etapa de crisis, de posibilidades revolucionarias, nada es más importante que la ideología, un yerro aquí es irreparable y significa la pérdida de la Revolución.
Es necesario, es urgente que la Revolución se importe de la ideología, no se puede dejar a la improvisación, al voluntarismo. Debemos encararla con rigor.
La primera pregunta que surge es:
¿Quién, qué impide la formación ideológica, cuáles son los factores que se oponen, por qué los intentos fracasan?
La respuesta es que la actitud frente a la formación ideológica es ideológica, es decir, la conducta, la visión del estudio y la formación ya porta una carga ideológica. Veamos.
Hay ideologías que propagan el espontaneísmo, que desdeñan el esfuerzo por adquirir conocimiento, propician la falta de rigor. Postulan que el conocimiento está en el pueblo indefinido, y allí nació por “generación espontánea”, lo que hay que hacer es afinar el oído y la vista.
Estos, por supuesto, nunca podrán construir una ideología revolucionaria, ni una formación seria, no superarán la etapa utópica-folklórica. De esta manera privan a los desposeídos, que dicen amar, del derecho a adquirir el conocimiento universal, construido con rigor y con estudio.
Otras ideologías, postulan que el conocimiento lo adquiere el humano a partir de métodos construidos por milenios de experiencia, que permiten a partir de particularidades generalizar, descubrir leyes, postular hipótesis, enriquecer el conocimiento universal, transformar al mundo.
Y proponen la necesidad de creación de núcleos que a partir de este conocimiento universal puedan investigar, crear teoría y difundirla, que le permita a la Revolución conducir su práctica, y en la práctica determinar los errores y corregirlos enriqueciendo así la teoría Revolucionaria Universal.
Esta es la ideología que puede resolver el problema de la formación ideológica que precisa la Revolución.
¡Chávez es Socialismo!

31.5.09

LAS ENSEÑANZAS DE MIGUEL ENRÍQUEZ

Miguel Enríquez, fundador del MIR chileno, vivió treinta años, su producción teórica, su actuación y sus circunstancias revolucionarias nos autorizan a llamarlo el Che Guevara de la Revolución pacífica.
Su vida política transcurre en un enfrentamiento con la cruel derecha chilena y con el reformismo que mediatizaba a la Revolución. Su teoría y su práctica son muy útiles para nosotros: aprender de los errores de la Revolución Chilena y de las advertencias de Miguel es imprescindible.
El ensayo chileno fracasó, devino en fascismo: Allende, experiencia luminosa, dio lugar a Pinochet, experiencia tenebrosa.
Pero ¿qué pasó allí, por qué un pueblo capaz de elegir un Presidente Socialista, de llenar el alma americana con sus himnos y canciones, de estremecer al mundo, de hermanarse con la Revolución Cubana, sucumbe en su intento de tomar el cielo por asalto y se bate hoy en las “heladas aguas del cálculo egoísta”?
Gran parte de la respuesta está en la obra de Miguel Enríquez, allí se ve la asombrosa precisión de los desinteresados alertas que un puñado de jóvenes del MIR chileno hacían al “Compañero Presidente”.
Y allí se sienten los errores de aquel proceso: la pusilanimidad, las concesiones a la derecha, la falta de preparación, todos señalados por los muchachos del MIR comandados por Miguel.
¡Treinta años fecundos! Asombra la preparación y la producción de Miguel, que no tiene otra explicación que entender que Miguel era resumen y voz de la historia revolucionaria que en Chile pugnaba por no perecer, forcejeaba por ser realidad y evitar ser despojo en las ergástulas del Estadio Nacional de Santiago.
La obra de Miguel es desconocida, yace enterrada en los cementerios de los derrotados, de eso se encargan los triunfadores, eso es comprensible, pero también se encargan los reformistas cobardes que llevaron el proceso chileno al patíbulo, que fabricaron una leyenda negra y manipularon la historia para endilgar al MIR y a Miguel la derrota que ellos fraguaron.
De esta manera hacen un daño enorme a la causa revolucionaria del continente, y sobre todo a la Revolución Bolivariana, la privan de aprender de esa experiencia.
A nosotros llega un libro publicado por el CEME (Centro de Estudios Miguel Enríquez) que contiene los documentos fundamentales que el MIR produjo en el período de Allende, es un libro imprescindible para todo Revolucionario. Veamos una alerta de Miguel en 1972:
Lo que en el fondo está ocurriendo en Chile es que la UP se ha ido deteriorando en la medida que no se decide a ganar fuerza movilizando a las masas, señalándole al enemigo (…) Más aún mientras más concesiones se haga a la PDC (demócrata cristianos) mientras más se frene al proceso, mientras más se negocie con los partidos que representan a la burguesía y al imperialismo, mayor será la debilidad de la izquierda y mayor fuerza adquirirá la clase dominante.
Podríamos parafrasear a Fidel y decir: los chilenos vivían con un adivino, igual al Che, y no lo sabían.
¡Chávez!