5.9.09

EL SOCIALISMO DE VÍCTOR ÁLVAREZ Y EL CIM

Víctor Álvarez, Coordinador de Investigación del Centro Internacional Miranda, nos da su visión del Socialismo y desde allí despliega un análisis de la Revolución Bolivariana.
Víctor Álvarez define al Socialismo como: “un proyecto que redistribuya la renta petrolera con justicia y promueva el crecimiento de la economía real”.
Y de esta definición, propia de la ideología pequeño burguesa (y esto no es ofensa, es una ubicación política) arranca su análisis de la Revolución , no vamos a desplegar sus números, las quinientas palabras de esta columna son insuficientes, nos limitaremos a tratar sus ideas principales.
Partiendo de su definición que confina el Socialismo a lo puramente económico, a la mera distribución de la renta, solo podría salir un análisis economicista de la situación: Víctor nos habla del control de cambio, el tratamiento a los exportadores, las medidas para transformar una economía rentista en una exportadora, asegurando la ganancia razonable de los exportadores, etc.
Más adelante habla de la necesidad del híbrido capital-socialista, y postula que sólo las Empresas Básicas deben estar en manos del Estado, y aguas abajo se pueden desarrollar otras formas dudosas de “propiedad social”.
De esta manera define Víctor su Socialismo: Manejo del control de cambio y un híbrido CapitalSocialismo, que siempre han impulsado y que ahora adornan con propiedades sociales al margen del Estado.
Reduce el problema del Socialismo a un mero asunto de manejo de las variables económicas, de índices de rendimiento. No se puede esperar otra cosa de la ideología pequeño burguesa, ellos no entienden al Socialismo, no pueden entenderlo.
El Socialismo es un cambio profundo en la cultura, en la conciencia, en la espiritualidad, que reclama cambios profundos en todas las áreas de la actividad social, y sobre todo en la economía.
Ahora bien, el cambio que reclama el Socialismo en la economía es su transformación en soporte de la Conciencia del Deber Social, para así, entrelazadas, hacer posible la formación del Hombre Nuevo. De aquí que las evaluaciones económicas deben partir del beneficio a la Conciencia del Deber Social, ese es el principal parámetro del Socialismo. Recordemos que la Conciencia Revolucionaria puede crear riqueza, crear Revolución, pero la riqueza no puede crear Conciencia Revolucionaria.
Si nos entrampamos en la vía de crear “riqueza con las armas melladas del capitalismo”, si olvidamos la conciencia, en el mejor de los casos obtendremos buenos índices económicos, pero la Revolución será yugulada.
La tragedia de Víctor es que ahora le da susto los resultados económicos de la política que ellos desarrollaron desde sus puestos directivos de la economía: el Híbrido capitalsocialismo propuesto por el CIM, por Victor y por Haiman, entre otros, da como resultado esos números de avance del capitalismo que ahora, de forma deshonesta blande Víctor.
En resumen, los problemas que hoy confrontamos son imputables a la ideología pequeño burguesa que desarrolló los planes de convivencia con el capitalismo.
La batalla de los revolucionarios es por impulsar el Socialismo Verdadero, el que propone el Comandante: Propiedad Social y Conciencia Social.
¡Chávez es Socialismo!

4.9.09

IDEOLOGÍA Y RAZONES SAGRADAS

Todos los enfrentamientos que hoy vemos en la calle, en la prensa, las televisoras, etc, son en última instancia enfrentamientos de ideologías, toda batalla es reflejo de la gran contienda ideológica. Es allí en las ideologías que se decide la contienda.
La ideología, la conciencia deben ser los fundamentales armamentos de las filas revolucionarias. Sin la ideología acertada no hay victoria posible. Veamos.
El núcleo de la ideología revolucionaria es la Conciencia del Deber Social, la relación amorosa, el amor. Y este núcleo no se materializa sino es entrelazado a la Propiedad Social de los medios de producción. Del binomio conciencia y propiedad se desprende todo el entramado ideológico.
No es casual entonces que la lucha revolucionaria se escenifique en este terreno, en la propiedad y la conciencia. Sin percatarnos de esto, sin entender que es allí la batalla principal, estamos caminando inexorablemente hacia la derrota.
La Revolución debe fortalecer su núcleo ideológico, definir claramente su posición, su idea frente a la propiedad generadora de conciencia. Según como sea ese núcleo, así será la construcción de la respuesta a la ofensiva oligarca.
Si ese núcleo de ideas es confuso, con señales contradictorias, ambiguo, entonces la única respuesta que sobre él se puede construir será también confusa, contradictoria, ambigua, será débil y derrotable por la oligarquía.
Ellos acumulan sobre esa debilidad.
Al contrario, si el núcleo de ideas es claro, si ese núcleo propone la Propiedad Social de los medios generadores de conciencia, con fuerza, claridad, sin ambages, entonces se estará dando un paso importante para construir el gran cambio cultural que una Revolución supone.
El papel de la ideología es vital, ya nos decía Martí que “una idea justa desde el fondo de una cueva es capaz de derrotar a un ejército”.
La historia nos ilustra esta realidad. La Unión Soviética, perece por haber usado las armas melladas del capitalismo para construir el Socialismo, y esta confusión ya denunciada por el Che, produjo la debacle de ese Socialismo.
Cuba implantó el Sistema Presupuestario de Financiamiento, un sistema económico que tenía como centro la formación de la Conciencia del Deber Social, y sobre él pudo formar un pueblo con un alto nivel de Conciencia Revolucionaria, capaz de superar la caída del campo socialista y el asedio del imperio.
La lección es clara para nosotros, debemos afinar y reafirmar la ideología, el núcleo de ideas revolucionarias: prestigiar la Propiedad Social de los medios de producción y la Conciencia del Deber Social, sólo de allí emergerán las medidas correctas para enfrentar la ofensiva oligarca.
Esta ideología debe ser el objetivo de la formación dentro del PSUV, y debe difundirse con claridad a todo el pueblo, sólo así podremos explicarle las bases de la sociedad que queremos construir. Las nuevas relaciones amorosas, la sociedad del amor que proponemos tendrán fundamento real, dejarán de ser una ilusión, una utopía. Así, dotaremos a la masa de razones sagradas por las cuales luchar.
¡Chávez es Socialismo!

3.9.09

LA PESTE OLIGARCA

Estamos sumergidos en una guerra implacable, que sin duda es planetaria, contra nosotros el imperio mueve sus tentáculos en cualquier lugar, aparece con facilidad en Bariloche, pero también en España, planifica marchas mundiales, y construye bases en Colombia.
Esta guerra es especial, se trata de una guerra de cuarta generación, donde la información, la manipulación mediática, la mentira, son armas de primer orden, más que la disputa de territorio se disputa el alma de los pueblos.
Toda guerra necesita organismos de dirección, es más, su éxito depende en gran medida de la capacidad de esas direcciones, nacionales y regionales.
No es pensable el éxito sin direcciones imbuidas de una causa justa, y con ideas certeras. En la confrontación la iniciativa estratégica dependerá de la buena acción de esas direcciones.
Podemos decir que pueblo sin dirección no se libera.
En Venezuela, el campo revolucionario ha padecido una peste egoísta oligarca, una infiltración de ideas distraccionistas difusoras de la inutilidad de una dirección, la combaten. Nos inocularon la idea de: “pueblo sin dirección tiene poder, pueblo con dirección no tiene poder” de esta manera condenan a la masa a la derrota inevitable.
La historia es clara, cuando un pueblo se levanta sin dirección irremediablemente es derrotado. La iniciativa del combate la lleva el bando que tenga dirección, puede planificar acciones ofensivas y defensivas, puede retirarse en orden, tener paciencia, etc.
Así pasó el 27 de febrero: aquel pueblo salió a la calle y fue derrotado, las causas las encontramos en la deserción de sus direcciones políticas infectadas con la peste egoísta oligarca, el pueblo a la deriva no supo construir objetivos políticos, no supo replegarse, toda aquella energía social se perdió en derrota.
La guerra nos exige construir direcciones nacionales y regionales capaces de ser identificadas por la masa, de seguirlas con confianza. Direcciones conductoras en el combate contra el enemigo oligarca.
Tenemos una gran ventaja: las direcciones se forman alrededor de un líder, nosotros ya tenemos ese líder, alrededor de él formemos las direcciones que hacen falta, reforcemos las que tenemos.
El peligro mayor, el enemigo a derrotar en esta etapa es la peste egoísta oligarca, obstáculo para comprender la necesidad de la dirección, la niega a todos los niveles.
Es necesario estudiar a fondo las raíces de esta peste oligarca para combatirla.
Esta peste tiene su origen en la ideología de las clases individualistas, las que se ganan la vida de manera aislada, individualista, egoísta. Por razones de su existencia solitaria no entienden la necesidad de la organización, de la dirección. Su contabilidad personal es muy precaria, se limita a su entorno, a su pequeño mundo.
Por supuesto que esta ideología es enemiga del Socialismo, de todo lo que intente sacar al hombre de su condena a vivir en su rincón miserable.
Es necesario derrotar la peste egoísta oligarca, a las ideas antiorganización y antidirección, esto es imprescindible para construir un pueblo capaz de las grandes batallas que se avecinan.
¡Socialismo es organización y dirección!
¡Chávez es Socialismo!

2.9.09

¡SOCIALISTAS DEL SUR UNÍOS!

Las oligarquías del continente presentan divergencias internas, siempre será así, recordemos la esencia de egoísmo y competencia del sistema, pero esas divergencias se desvanecerán cuando vean al sistema capitalista en peligro, en ese momento se impondrán sus intereses estratégicos y todos se unirán en contra del peligro que las acecha.
Están bien los esfuerzos unitarios que se hacen en el continente, es correcto moverse en las grietas de las pugnas inter oligárquicas.
La independencia siempre buscó esas grietas, las trabajó con maestría, los ingleses jugaron con astucia en la geopolítica de aquellos tiempos, la Legión Británica es muestra de esas diligencias, pero también la Guayana Británica y Trinidad.
No obstante, la estrategia principal de los socialistas debe ser la unidad de los socialistas, ella debe ser el principal apoyo internacional de cualquier movimiento revolucionario en el continente. La posibilidad de esa unidad debe preservarse siempre. Las oligarquías saben de la fuerza de los pueblos unidos, por eso se espantan frente a ella, tratan de impedirla, la sabotean.
Las oligarquías preparan manifestaciones mundiales en contra de la Revolución Bolivariana , todos sus medios de deformación se confabulan contra ella, prueba de su entendimiento de la calidad internacional de la lucha contra los intentos socialistas. Nosotros debemos también darle carácter internacional a la tarea revolucionaria.
Debemos trabajar con intensidad la unidad de UNASUR, pero también con igual o mayor intensidad la unidad de los movimientos socialistas y progresistas del continente, construir ámbitos de encuentro.
Podríamos convocar un encuentro de amistad y de discusión de los trabajadores socialistas petroleros del continente, de los educadores, los campesinos, también convocar un encuentro de amistad y de discusión de los movimientos socialistas de la ALBA. Serían los primeros pasos hacia los ámbitos de encuentro más permanentes.
Quizá a un tribunal socialista de los pueblos, que juzgue la permanencia de las bases gringas.
La reunión de Bariloche es el primer paso de un enfrentamiento que tiene tendencia a profundizarse, a definir los campos. Las oligarquías harán una Entente en contra del Socialismo, de eso no debe dudar nadie, su cinismo y su crueldad llegará a niveles comparables con las mayores atrocidades cometidas en el mundo.
Ahora construyen la justificación a la infamia, las interpretaciones que hacen de Bariloche dan idea de su enajenación, hay voceros oligarcas que escriben en los editoriales de sus periódicos: “fuera de toda duda, las bases son colombianas, no norteamericanas”. De estos se puede esperar cualquier cosa.
En Bariloche quedó claro que el Socialismo o es internacional o no es viable. O enciende los corazones de los pueblos humildes de la América , o no es viable.
En Bariloche quedó claro que esta Revolución tiene un gran compromiso con la humanidad, no podemos fallar, la pérdida de esta esperanza significa el triunfo de lo más abyecto de la humanidad. Vendrán días de profundización de la miseria espiritual y material. En esa reunión se asomó una pequeña muestra de la bestialidad oligarca cuando de defender sus intereses se trata.
¡Chávez es Socialismo!

1.9.09

¡YANQUIS GO HOME! ¡BIENVENIDO SOCIALISMO!

Las dos consignas del título se entrelazan, se complementan, resumen una estrategia revolucionaria para el continente.
¡Yanquis go home! De manera aislada es una política de Liberación Nacional, supone la existencia de una burguesía nacionalista, o la formación de ella. En esta época de alto desarrollo del capitalismo es una pretensión absurda.
¡Bienvenido Socialismo! De manera aislada condensa una política de Socialismo, ignorante de la geopolítica. En esta fase de reacomodo capitalista mundial, de deslizamiento de los centros de poder económico, no reconocer los peligros internacionales de la construcción socialista es una ingenuidad, un camino cierto a la derrota.
En los días que corren no hay manera de ser antiimperialista sin ser Socialista, y no hay forma de ser Socialista sin enfrentarse tarde o temprano con el imperio capitalista mundial.
Con estas ideas analizaremos la Reunión de Presidentes en Bariloche para estudiar las bases militares en Colombia.
Lo primero que debemos destacar son las palabras del Comandante Chávez: “La discusión fue franca y cruda –por momentos crispada- porque existen inocultables divergencias ideológicas que son de fondo. Y con esas divergencias tenemos que lidiar en función del mantenimiento y la consolidación de la unidad latino americana.”
Los detalles de la reunión todos los conocemos: Uribe cínico, Correa dirigiendo la discusión, el Comandante inmenso en su autocontrol y duro en su denuncia, Lula guabina, Evo durísimo y filoso, Cristina tan bella cuanto inteligente, Bachelet gris, Alan García taimado, Tavaré aburrido, Lugo lejano.
Ahora bien, esa es la superficie del fenómeno. Tratemos de ahondar en las ideologías que se enfrentaban en Bariloche, de esa manera nos explicaremos los sucesos de ese día y podremos sacar conclusiones de las tareas internacionales de los revolucionarios.
Lo que allí se discutía, en el fondo es un enfrentamiento entre el capitalismo y el Socialismo. Las bases son parte de una ofensiva contra el Socialismo, es alrededor de este eje que se agrupan las diversas posiciones. Veamos.
Uribe cumple su papel de ariete de la embestida imperial, defiende los intereses de la oligarquía colombiana fuertemente ligada a la suerte del imperio, aterrorizada por el avance de un planteamiento antioligarca en el continente capaz de proporcionar un rumbo exitoso a su disidencia.
Los presidentes de la ALBA , jugando cuadro cerrado en defensa de la posibilidad socialista que asoma en la América.
Cristina llegando lo más lejos que le permite la tradición oligarca nacionalista heredada y su terror a los cambios profundos, su necesidad de no avanzar hacia reformas sociales de fondo.
Lula, siempre ambiguo, disfrazado de sesudo, de izquierda sensata, defendiendo los intereses de los capitalistas brasileños, y aprovechando la disidencia continental para presentarse, frente al imperio, como el gran morigerador del continente.
Chávez, develando las intenciones imperiales, defendiendo la esperanza.
Entre estas corrientes transcurrió el evento, fue un primer escarceo, no se tocó fondo, tarde o temprano el conflicto principal, Socialismo enfrentado al Capitalismo, se agudizará, entonces habrá nuevos reagrupamientos. Desde ahora debemos afinar nuestra estrategia: ¡Socialistas del Continente Uníos!
¡Chávez es Socialismo!

31.8.09

CARACAS Y MAGALLANES

¿En qué se diferencian dos equipos de béisbol? Digamos que las diferencias son de grados, no son diferencias de fondo, se diferencian en la superficie pero se igualan en la estructura, uno no refuta al otro, forman parte del mismo esquema, están en el mismo juego, son iguales.
Esta reflexión nos vino a la mente cuando intentábamos buscar las diferencias entre Bolivarianos y la oposición capitalista. El punto es muy importante, de la profundidad de las diferencias que tengamos depende la marcha de esta Revolución. Veamos.
Si decimos que no tenemos diferencias, que somos como Caracas y Magallanes, diferentes pero iguales, rivales pero unidos por la pelota y, por supuesto, todos jugando el mismo juego, entonces la Revolución es una “cuestión de estilo”, de “puntos de vista diferentes”, de “matices”, pero nada de fondo.
Así podríamos coincidir, ponernos de acuerdo en un término medio, ni chicha ni limonada, ni Socialismo maximalista ni capitalismo salvaje, debemos buscar una especie de socialcapitalismo “aceptado por todos”. El resultado de esta atenuación de las diferencias es la inexorable debilidad del camino revolucionario, si somos tan iguales ¿para qué luchar?
El resultado de ese debilitamiento de la Revolución es el triunfo de la restauración y el recrudecimiento de los problemas sociales que el capitalismo no puede resolver, al contrario, los potencia. Y aquí caben las palabras del Comandante, no habrá paz porque no habrá justicia.
En contraste, si reconocemos las profundas diferencias que tenemos con los oligarcas y los neoligarcas, estaremos dotándonos de razones sagradas por las cuales luchar. Veamos.
Los revolucionarios postulamos la integración de la sociedad, que el individuo recupere su conciencia de pertenencia a la sociedad, el convencimiento de que su suerte está ligada a la suerte de la sociedad, y la sociedad se ocupa de la suerte de cada uno de sus miembros.
Ellos postulan que la suerte del individuo no depende de la suerte de la sociedad, sino de su esfuerzo egoísta, que cada individuo debe procurarse su propio bienestar sin importarle la suerte de la sociedad. Los revolucionarios postulamos que el centro de nuestra actividad es el hombre en sociedad. Ellos postulan que el centro es el lucro del hombre individual.
Los revolucionarios postulamos que la medida de todo es el bienestar social, si beneficia a la sociedad, entonces beneficia a sus miembros y es ético. Ellos postulan que la medida de todas las cosas es el lucro, si da lucro es ético, aun perjudicando a la sociedad.
Nosotros postulamos la hegemonía de la Propiedad Social de los medios de producción, administrada por un Estado que vele por la integración de la sociedad y el individuo. Ellos postulan la hegemonía de la propiedad nosocial de los medios de producción, con un Estado débil que únicamente se ocupe de la vigilancia de sus intereses.
No creamos en pajaritos, no somos Caracas y Magallanes, los capitalistas siempre verán a los Socialistas como enemigos a muerte, y con su fascismo nos seguirán atacando.
¡Ellos son capitalistas, nosotros somos Socialistas!
¡Socialismo no es capitalismo!
¡Chávez es Socialismo!

30.8.09

EL DÍA DEL REGRESO

Imaginamos una madrugada cuando el sol salga más temprano para acompañar el regreso del Libertador. Vendrá a caballo, blanco como el del Escudo, cubierto con una capa roja, alegre. Se detendrá en una colina y allí, en lo alto, con el frío de la mañana esperará la respuesta de su pueblo.
Es así: son tiempos cuando los grandes hombres regresan y esperan las decisiones de su gente.
Vivimos tiempos de crisis y las crisis son revolucionarias, y también son reaccionarias. Momentos para el avance luminoso, o para el retroceso tenebroso. El rumbo ya depende de los pueblos, ahora los grandes hombres lo han dicho todo, lo han hecho todo, sólo les queda esperar.
De nosotros depende si El Libertador regresa a su lamento colombiano, o vuelve a los caminos del corazón y la acción de su Continente. El espera en lo alto la señal de su cuna.
Es aquí en Caracas, en Venezuela, donde está la esperanza. El enemigo lo sabe y mueve sus fuerzas contra la posibilidad de rebelión de los dominados. Las bases militares son prueba del miedo imperial y de nuestros pasos justos. El desasosiego de la oligarquía vendepatria es indicio de nuestro buen camino.
Ellos son energúmenos cuando sienten luz, y hoy salen a la calle poseídos por el demonio, el odio los habita, es señal de su disposición definitoria.
Vivimos tiempos de crisis, de definición, de bienvenida a los próceres o de volver a las selvas.
El enemigo es sabio, astuto, embaucador, nos hace espejismos, nos extravía en la ciénaga de las mil excusas, nos debilita para dar el zarpazo. Evitemos repetir el engaño, no podemos permitir el abuso de nuestra credulidad. Los tiempos de longaniza no pueden repetirse, no retrocederemos a San Pedro Alejandrino.
En esta batalla final, definitoria, donde se decide el futuro, no tiene cabida la duda. Los indecisos son carne de oligarca, los del medio no tienen aliento cuando se disputa el futuro humano.
Se disputa el alma de los pueblos, todos los esfuerzos llevan ese signo. Las televisoras, periódicos enemigos, están decididos en su trinchera, allí ni una letra es inocente, todo es fuego infame contra la Revolución y el Comandante de la camisa roja.
El enemigo oligarca no nos da paz ni cuartel, no pierde oportunidad de lanzar piedras, ni los foros explicativos son dispensados, allá van los oligarcas, contra todo rayo de redención, bien vestidos, pero insatisfechos, movidos por el odio, grises en la uniformidad del tinte y de las gafas.
Nosotros, todas las palabras, el verbo, nuestras televisoras, periódicos, deben estar firmes en la trinchera correcta, sin dudas, sin darle a la oligarquía ni “tantico así”.
El pueblo espera por la guía de los líderes, nuestros programas, mensajes, señales, deben armar al pueblo para la decisión, presagio de amanecer temprano. No hay cabida para la conciliación porque trae confusión, y la confusión en época de guerra es suicidio.
¡Chávez es Socialismo!