4.6.11

DE LA EMOCIÓN AL TRIUNFO (Sábado 04-06-2011)

Un huracán de emoción recorrió a Venezuela, toda la nación se conmovió de iracundia como respuesta a la insolencia gringa. El país salió a la calle, los oradores lanzaron consignas que insuflaron pasión en el alma popular.


La masa rugió unida en un solo sentimiento de defensa de la dignidad, volvimos a la pasión de las grandes y nobles causas.

Fue una primera etapa exitosa, el agresor vio que tenemos el fuego que alimenta las obras excelsas de los pueblos. Hasta aquí todo muy bien, ahora viene la etapa de construir la posibilidad de triunfo en el enfrentamiento que ya comenzó. La pregunta es ¿cómo prepararnos, cómo preparar al pueblo para ganar? Veamos.

Lo primero es tener mente fría porque se trata de una guerra de cuarta generación, es decir, una guerra que se gana en el alma, donde la desinformación y la manipulación juegan un papel fundamental.

Se deduce la necesidad de una especie de organismo superior de comunicación política que coordine, dirija y estudie la batalla en este importante campo. Esto no se puede dejar al azar de las estructuras que funcionan bien en tiempo de paz. Las circunstancias son otras y otras deben ser las formas de encararlas.

Al pueblo hay que convocarlo, sin la ficción de que “ya sabe”, sin dar por descontado que está vibrando a la misma frecuencia de la dirección, de los líderes, que habrá respuesta automática. Hay que convencerlo, ganarlo para la idea, que entienda que la mejor opción es luchar al lado del Socialismo, que no hay atajos para la paz y la felicidad, que el camino exige sacrificios.

De esta manera cuando llamamos a alguna acción debemos tener atrás a un pueblo realmente dispuesto, informado, convencido para hacerlo, y que además esté organizado de tal forma que pueda hacerlo.

La organización social y política debe afilarse, ajustarse a las nuevas tareas, movilizarse, recuperar la disciplina que las nuevas condiciones reclaman. No es hora de andar por allí inventando acciones a destajo, siendo más papistas que el papa, avanzando a la loca, ni diciendo lo que nos provoque la ira.

En la medida que demos respuestas masivas, organizadas, disciplinadas, asombrosas, que demuestren nuestro alto nivel de conciencia y entrega a la causa de la Patria, en esa medida estaremos disuadiendo a la bestia fascista, conquistando la verdadera paz.

El nivel político y de conciencia de las masas debe elevarse aceleradamente, y eso sólo se consigue con la acción: la mejor cátedra de educación del pueblo es en la calle, movilizado alrededor de objetivos altruistas. Allí, en comunidad, comunicados, cuando el sentimiento se eleva y el corazón se abre a las causas nobles, la gente entiende mejor el mensaje socialista, que es de fraternidad, de relación amorosa.

La emoción conseguida debe complementarse con el rigor de la disciplina, la organización que multiplica la fuerza, el estudio que dota a la masa de comprensión, y de la fe que franquea las adversidades.

¡Con Chávez más resteaos que nunca!

3.6.11

EL MILAGRO NO SE PUEDE PERDER (Viernes 03-06-2011)

Cuando Fidel calificó de milagro a la Revolución nuestra, tenía razón, toda Revolución es un milagro, un hecho extraordinario, inexplicable, sorprendente. Una Revolución es evento que diferencia al hombre del animal, es el hecho cumbre de la cultura.

Son tiempos cuando el hombre se empina sobre la naturaleza, sobre los apetitos, y emprende la odisea de ser espíritu, de ser Dios, de recrear al mundo en siete días. Se libera de las cadenas de la animalidad, siempre igual, puro instinto, previsibles por la biología, de ser dominado por la naturaleza, por los genes, y se hace milagro.

El fundamental requisito para una Revolución es la imaginación desencadenada, después la audacia del pionero, del primer vuelo, romper paradigmas, la inconformidad de permanecer, siempre avanzar.

Son requerimientos escasos, la tendencia es a la quietud, a aplicar lo sabido, a vivir en lo establecido, no hacer olas, que todo permanezca.

Decía Rosa Luxemburgo, en carta a Franz Mehring: "El Socialismo no es, precisamente, un problema de cuchillo y tenedor, sino un movimiento de cultura, una grande y poderosa concepción del mundo."

Es una hermosa definición del milagro: cambiar la cultura, la concepción del mundo. No es, por cierto, un asunto de manejo cuantitativo de algunos índices económicos, es un cambio drástico en las relaciones económicas y sociales, una nueva manera de relacionarse los humanos y de éstos con la naturaleza. Es un estallido de todo, y sobre ese destello fundar.

En la Revolución Bolivariana está bien que nos alegremos porque tal índice subió tanto por ciento y porque además se hizo sin afectar los planes de asistencia social. Pero mostrar eso, el aumento del capitalismo, la "armonía" de lo social y lo egoísta capitalista como el camino hacia el Socialismo, es un error grave. Por menos de eso el Che alertó, y por menos de eso el campo socialista se derrumbó.

No olvidemos que existe una relación estrecha entre la forma económica (el cuchillo y el tenedor) y la conciencia que con ella se entrelaza (el “movimiento de cultura”, la grande y poderosa concepción del mundo). Queremos decir que el crecimiento del capitalismo no se queda en los índices y las tablas económicas, se traslada multiplicado por miles al alma colectiva.

De esta manera también crece el egoísmo, la base psíquica del capitalismo, su cultura. En otras palabras, esos índices indican, entre otras cosas, el fortalecimiento del campo capitalista, los sepultureros del Socialismo.

Ahora que el imperio mostró el colmillo, estos índices cobran importancia grande: se trata de debilitar la base espiritual de la respuesta a la agresión.

El argumento esgrimido de que crecimos con bienestar social, tiene en su seno la negación del Socialismo. Es otra manera de decir, “sin capitalismo no podemos producir riqueza”, es el contrasentido de plantear que el capitalismo crea la riqueza que el Socialismo reparte.

Estas ingenuidades nos llevarán a la derrota. Nos provoca parafrasear aquella famosa frase, y decir: "la economía es tan importante que no se puede dejar en manos de los economistas" .

¡Con Chávez resteaos!

2.6.11

LA REBELIÓN DEL RECUERDO (Jueves 02-06-2011)

Una Revolución es batalla contra el olvido, una resistencia a ser sólo náufragos programados para repetir la misma acción de millones de iguales, a vivir sin conocerse, sin pasado, sin futuro.


La humanidad capitalista nos conduce al olvido, el individuo muere porque desaparecen las relaciones con su entorno físico y espiritual, es allí que se sostiene la existencia, en la arquitectura, en la calle que lo vio crecer, en el parque donde jugó, en el vecino, sus amigos. El capitalismo nos desarraiga los recuerdos.

Las sociedades sufren la desmemoria: sus recuerdos se van desdibujando lentamente hasta convertir el entorno en territorio extraño para todos, se vive en un torbellino, suspendidos en la rapidez de la perturbación que no permite asirse a nada físico o espiritual, de esta forma la demencia es impostergable.

El capitalismo con su afán de lucro nos ha convertido en una especie que existe en cuanto puede comprar o vender, una humanidad mercado.

Es así que somos enemigos, extraños, sólo existimos en el mercado donde la vida se transa por unas monedas. Nos vendemos para poder comprar, compramos para que otros se vendan. Sólo en el mercado existimos, afuera sólo hay zombis.

Y así en este carrusel desgastamos la vida y, al final, la nada, la intrascendencia, la marcha de las máquinas hacia el vacío.

Uno de los principales objetivos del capitalismo es borrar los sentimientos de la sociedad, de esta manera disuelve la argamasa que la integra, impide tareas colectivas, los individuos sólo se identifican porque consumen igual.

Por eso no le simpatiza la historia, el pasado es la fuente de los sentimientos, sin ella sustituimos la épica que funda, por la trivialidad del gol de turno, del jugador de moda, del "american idol", y será sustituido en corto tiempo por otro igual de intrascendente.

De la historia queda lo que da lucro, lo material, el sentimiento se borra. Así Bolívar permanece, como avenida o plaza, nada que emocione, Carabobo es un estado o una marca comercial, no una batalla heroica, Zamora, un distrito de Aragua.

La última agresión que el imperio le hizo a este segmento de la patria de Bolívar (porque esos somos, un desgajamiento olvidado del sueño del Libertador) produjo un florecimiento del sentimiento que dormía en el inconsciente colectivo, en la memoria de las masas ¡Recordamos!

1810 regresó a los corazones de millones, el sentimiento de patria, el cabalgar heroico de Carabobo se hizo presente en los campos petroleros, Caracas volvió a tener el mismo brillo del 1812, cuando el Libertador la convocó para hacer que la naturaleza nos obedeciera para convertirnos en dioses movidos por el sagrado fuego patrio.

Dejamos atrás el reposo del individualismo y nos fusionamos como pueblo capaz de las mayores hazañas, fuimos asombro y el imperio temió, y sus lacayos buscaron los disfraces y las pócimas para engañar de nuevo, y blandieron la bandera de las siete estrellas y la franja negra que los delata como gringos.

¡Ahora con Chávez más resteaos que nunca!

1.6.11

OBJETIVO: LA HABANA (Miércoles 01-06-2011)

Desde que la Revolución, el 7 de enero del 1959, entró triunfante en La Habana, los gringos intentan aislar a Cuba del resto de la América. En este empeño no cejan ni un día, han hecho de todo, desde invasiones, bloqueos, expulsión de la oea, hasta más de seiscientos intentos de asesinar a Fidel. Pero donde más éxitos han cosechado es en la desinformación de aquella realidad. Veamos.


Los gringos son expertos en operaciones psicológicas y de desinformación, muestras abundan: desde las armas biológicas de Sadam, hasta el autoataque a las Torres Gemelas, una operación USA que ya es estudiada en las academias de formación de espías, y ahora la reciente celada al presidente del FMI.

Los gringos detectaron la importancia de la alianza Cuba-Venezuela y formaron oficinas especiales encargadas de desarrollar planes contra esa conexión. Declararon que la fraternidad y los convenios entre los dos países eran vitales para la Revolución Continental.

Los planes contra nuestra unión se despliegan frente a nuestras narices. Tienen dos vertientes principales:

Una dirigida a demostrar que el Socialismo falló en Cuba, que viene de regreso como en el resto del antiguo campo socialista, que el Socialismo es un delirio de Chávez. Recordemos las manipulaciones de las declaraciones de Fidel.

De esta manera buscan desencantar a los venezolanos, ocultando la heroicidad de aquel pueblo que ha resistido más de medio siglo con las banderas del Socialismo en alto, es decir preservando la vía para salvar a la humanidad.

Buscan envilecer la conducta de los cubanos, manipulan su imagen, los colocan como "buscavidas", cuando en realidad son héroes, hechos de la misma pasta que los Cinco Héroes secuestrados por el imperio, cuya conducta es ejemplo y esperanza para la humanidad.

Así, facilitan el trabajo a los reformistas, le abren posibilidades a las consejas de que ese no es el camino. Quieren matar la esperanza.

La otra vertiente es más burda pero igual de dañina. Paradójicamente acusan a Cuba de "demonio rojo" y a Chávez de copiar ese modelo. Esta manipulación la utilizan para estimular a las mentes más enfermizas, y de esta manera crean bases para un zarpazo fascista, para un magnicidio.

Esta operación de desinformación tiene ya varios años, es aupada por la canalla derechista, consigue eco en mentes incautas y en reformistas en el campo revolucionario. Cabalgan en los errores que acompañan a toda Revolución, los magnifican, los elevan a status de esencia de los procesos.

Lo anterior nos autoriza a afirmar que las medidas en contra de PDVSA, la amenaza de profundizarlas, tienen como objetivo central la conexión La Habana-Caracas.

Es imprescindible que la ola popular de rechazo a la infamia yanqui refuerce la hermandad Cuba-Venezuela. Ahora debemos estar más cercanos que nunca, más unidos en el enfrentamiento al enemigo común.

Cuba debe existir, es indispensable para la Revolución continental y mundial, la conexión debe reforzarse cada vez más. Nada justifica atentar contra ella, todo lo que la favorezca debe hacerse.


¡Con Chávez más resteaos que nunca!

31.5.11

LA AGRESIÓN INTERNACIONAL (Martes 31-05-2011)

Con la agresión gringa contra Venezuela regresó el Caballo Blanco de Bolívar, Caracas fue de nuevo faro, la clarinada de 1810 sonó fuerte en todo el Continente. Los días gloriosos del Ejército Libertador volvieron.

Es así, la agresión imperial es una agresión al Continente, y continental debe ser la respuesta. Esto fue verdad en la épica de la Independencia , y lo es también ahora con más razón. El imperio que enfrentamos es mundial, no hay opción de triunfo para los pueblos aislados. Es necesario unir lo que el capitalismo separó ¡Es hora de internacionalismo!

La Revolución Bolivariana debe mostrar su profundo sentimiento internacionalista, es necesario romper el aislamiento que desde siglos las oligarquías imponen a los insurgentes. No es casual que la irritación del imperio sea por una acción de solidaridad internacional.

La oligarquía conspira contra el internacionalismo revolucionario, saben que no hay triunfo consolidado sino es internacionalista, por eso acusan, deforman la solidaridad con naciones hermanas.

El ataque que hoy sufrimos es por nuestras relaciones con Irán, pero en el fondo es por nuestra hermandad con Cuba, ese es el verdadero objetivo de los gringos, romper la unidad continental en torno al Socialismo, intentan asesinar al ejemplo.

La dirigencia revolucionaria debe continuar guiando al pueblo. Extraordinarias han sido las jornadas en apoyo a PDVSA, al Socialismo, al Comandante Chávez. Extraordinaria la valentía de la dirigencia parándose firme frente al agresor.

Ahora es necesario avanzar, profundizar, son imprescindibles jornadas internacionalistas que vayan más allá de la declaración. Debemos dar respuestas firmes, prácticas, que demuestren nuestra vocación internacional, esto fortalecerá al proceso, le dará dimensión de humanidad, lo blindará frente a impostores de última hora que dicen apoyar a la patria pero no condenan ni al capitalismo y menos al imperialismo.

Ya es hora, las circunstancias están dadas, el tiempo es propicio para avanzar en el internacionalismo.

Los obreros petroleros deben continuar dando muestras concretas de internacionalismo. Ellos, con su olfato de clase, temprano se percataron de que la agresión tiene como objetivo atacar la posibilidad socialista. Se dieron cuenta de que la liberación de la clase y de la Sociedad es tarea cargada de internacionalismo. Así hicieron suya la causa de la liberación de los Cinco Héroes Cubanos antiterroristas, que permanecen secuestrados en las mazmorras del imperio. Y asimilaron las hazañas del Granma con nuestro glorioso 4 de febrero.

El imperio no perdona la insurgencia, allí está la Haití de Pétion, todavía paga la osadía de ser la primera república que se le alzó a las oligarquías de la América. Aún retumba en el continente el grito de "Jacobinos Negros" que tanto susto produjo a los oligarcas.

No pueden aceptar la ALBA, el ejemplo les molesta más que el mismo control perdido del petróleo.

Defendernos es defender al Socialismo, es defender a Cuba, la ALBA. Así debe percibirse el cuadro, si lo vemos aislados, estaremos haciendo servicio teórico y práctico al enemigo.

¡Ahora con Chávez más resteaos que nunca!

30.5.11

NO ESTAMOS SOLOS (Lunes 30-05-2011)

La arrogancia es una peste que desde siempre amenaza al hombre. Antiguamente se creía que la Tierra era el centro del universo, que todo giraba alrededor de ella y por lo tanto, del hombre. También se ha creído que estamos solos en el universo, que somos un milagro, una especie superior. Las razas han caído en la tentación de la arrogancia y se han considerado superiores, justificadas en esta superioridad se han llevado guerras y exterminios.


Cuando la arrogancia alcanza a la política las consecuencias son nefastas, el fascismo y el nazismo son emanación directa de esta peste. Ahora bien, la Revolución, por definición, no es arrogante, cuando los subalternos caen en esta enfermedad comienza el camino de la derrota.

El revolucionario es humilde, no subestima a su enemigo, no imagina nunca que esté solo en el escenario, considera en cada planificación de sus movimientos la presencia, la acción, del poderoso enemigo.

El reformista, capitalista al fin, se permite la arrogancia y cuando está en las filas de la Revolución hace mucho daño, nada lo encrespa más que la irreverencia, es intolerante, de esa manera intenta implantar la paz de los sepulcros, la imagen aburrida de lo uniforme, así mata la discusión, la inteligencia, la creación.

Los arrogantes hacen mucho daño a la Revolución, nunca piensan, la reflexión es hija de la humildad, la soberbia es de cretinos.

El arrogante, por las debilidades que su caparazón evidencia, es lamedor hacia arriba y golpeador hacia abajo, lo único que le importa es quedar bien con los “jefes” e impedir que el Socialismo se consolide, ese sería un golpe definitivo a su engreimiento: la discusión en organismos, la crítica de la masa lo liquidaría, él lo intuye.

Hacia abajo es implacable con la inteligencia que lo deja desnudo y con la irreverencia que lo reta. Siempre se las arregla para salir de ella.

El arrogante, siempre reformista, fabrica su fantasía y piensa que esa ilusión es el mundo real. Por eso subestima al enemigo, hace planes que no resisten el soplo de la realidad, equivoca el escenario de la confrontación, le interesa más el resultado inmediato y mediático que la solidez de

la construcción con rigor.

No entiende la batalla cultural, está cómodo con la cultura capitalista que justifica su soberbia. Descuida la batalla en el alma colectiva, la deja a merced de los valores capitalistas.

Sus planes están condenados a los fuertes embates del enemigo que, ignorado, se aprovecha de las debilidades, de las grietas que dejan sus ineptitudes.

Debemos derrotar la arrogancia reformista y pequeño burguesa que se cree sola en el mundo, planifica ignorando que se enfrenta a la mayor potencia imperial que ha existido, con miles de equipos pensantes, universidades y talentos a su servicio.

La Revolución necesita dar la batalla allí donde es fuerte, en el espíritu amoroso, en el rescate de la fraternidad, en la fundación de nuevas relaciones. Si abandonamos este terreno, si primamos lo material, la derrota es segura.

¡Con Chávez resteaos!

29.5.11

LA TRAGEDIA DE LOS CIEGOS (Domingo 29-05-2011)

No relacionar los sucesos de la vida entre sí, y con sus causas más profundas, es una especie de ceguera, quizá más intensa que la que oscurece a la visión, porque eclipsa el alma, el entendimiento, nos impide el acceso a los conceptos.


Relacionar es previo a la coherencia, y sólo ésta nos proporciona rumbo estratégico. La incongruencia es signo de tacticismo, de comenzar de nuevo con cada suceso, un deambular por el mundo vapuleados por la realidad que no comprendemos. Así sólo percibimos las sombras, nunca la luz que la produce.

Esta especie de ceguera es interés de las clases dominantes, y en fomentarla se empeñan todos sus medios de deformación. Saben que pueblo que no padezca esta ceguera, pueblo que relacione, despertó a su liberación y está capacitado para ganar las batallas importantes.

Para los oligarburgueses es vital que la masa no relacione, por ejemplo, el desajuste climático con los apagones, con la falta de alimentos, con las migraciones de los hambrientos, o con el desempleo y, sobre todo, con el capitalismo que lo produce, si lo hacen tendrían su objetivo claro y el sistema burgués viviría sus últimos días.

Para el capitalista es vital que la agresión de los gringos contra PDVSA, contra la Patria, se vea como un suceso divorciado de su raíz: la necesidad desesperada que el imperio tiene de combustible, esa es su ley.

Por eso teodoro escribe: "Dentro del marco multilateral y del debate, cualquier cosa, aun aquélla que pudiera ser considerada como injusta, es admisible, pero el unilateralismo de gran potencia es completamente inaceptable". Distrae hacia lo jurídico, cuida la visa, y cubre su vergüenza de sirviente del imperio.

Los pueblos ciegos, los que no relacionan, siempre equivocan la batalla principal, se conforman con victorias de poca monta, se extravían tras fetiches.

Así sucedió el 23 de Enero del 58: con la excusa de enfrentar a los espectros de una dictadura que ya no existía, se fraguó una unidad con los verdugos capitalistas, y se abrió camino para que burgueses y reformistas negociaran la posibilidad revolucionaria.

La Reciente agresión contra Venezuela no es un hecho aislado, es un componente de la ofensiva de la oligarburguesía internacional y nacional en contra de la Patria, enfrentamiento que viene desde nuestros inicios, cuando los timoratos mantuanos en 1810 pretendieron una junta monárquica. Ese es el fondo de la lucha, el origen de todo este enfrentamiento.

Siempre que los patriotas han olvidado esta enseñanza de la historia han sido derrotados, y siempre que la oligarburguesia siente en peligro su sistema de dominación y privilegio, intenta conciliaciones y armisticios para acumular fuerza y preparar zarpazos. Ya lo advertía el Libertador en el Manifiesto de Cartagena.

Esta agresión y el inmenso rechazo popular debe ser oportunidad para profundizar el Socialismo, único camino para defender la Patria. Hay que estar alertas con los intentos de unidad castradora con los capitalistas, agentes internos de la agresión.

¡Con Chávez, más resteaos que nunca!

¡CAPITALISTAS DEL MUNDO UNÍOS! (Sábado 28-05-2011)

La agresión que hoy sufre la patria no es un hecho aislado, una maluqueza de clinton, o de obama, se trata de una postura del capitalismo mundial, así han sido las últimas agresiones imperiales, toda la canalla unida.


Contra el genocidio en Libia y la cacería inhumana de su Presidente no aparece la voz disidente de nadie en el campo imperialista, China calla, Rusia voltea para otro lado y, cuando habla, es para reconocer la "legitimidad" del asesinato de Bin Laden y la invasión de otros países, sin ningún freno.

Es así, en lo internacional los capitalistas se unen para defender sus intereses, y está claro que los capitalistas nacionales obedecen a esa alianza internacional, más que a los intereses de la Patria. Sus posiciones traidoras en la Asamblea los desenmascaran: son agentes imperiales.

La conclusión que de esto se desprende es que no se puede ser capitalista sin asimilarse al imperialismo, no se puede ser capitalista y ser patriota, y menos ser Socialista. La agresión imperial tiene adentro sus agentes, sus oficiales de comando, actúan como los aviones a control remoto, son "drones".

Esta agresión es un primer paso, no sabemos para cuál trastada pero pone las circunstancias en su lugar: en definitiva estamos en una lucha que es continuidad de las luchas de Bolívar, son los mismos actores de siempre y las mismas acciones. Ahora, doscientos años después, estamos saldando lo que el Libertador dejó inconcluso, con el Socialismo concretamos el sueño independentista.

No se puede tener soberanía sin Socialismo. El capitalismo, todos los capitalistas, se unen para atacar a la esperanza, esa es su naturaleza. Es necesario pensar estas circunstancias, entender que el Socialismo es obra de socialistas o no es. Las alianzas con los agentes imperiales nos debilitan, nos privan de la coherencia necesaria, el entusiasmo, la fe para enfrentar las inevitables embestidas, en el camino de ser autores de nuestro futuro.

Estamos seguro que conseguiremos la paz de la única manera que eso es posible, dándole frente a la agresión, movilizados. Tenemos fe en los Obreros Petroleros, en su desprendimiento demostrado mil veces, en su estirpe de valientes, sabemos que defenderán su industria y serán factor vital en la conducción de la sociedad, en la educación, con su ejemplo.

Somos optimistas, avanzamos, y los perros yanquis ladraron. No es un enemigo pequeño, no tiene escrúpulos, es inteligente, pero es derrotable. Nuestras ideas del amor, de la vida, son más fuertes que el odio que los guía.

Se acercan momentos de definición, decidiremos qué clase de pueblo somos, si un pueblo que se vende por un plato de lentejas, o un pueblo capaz de levantar de nuevo a un Continente tras la causa de la dignidad. Si volveremos a ser esclavos de las transnacionales o defenderemos la soberanía duramente conquistada.

Son tiempos de desechar las mezquindades y unirnos alrededor de Chávez, el Comandante de todas las batallas que ha librado el pueblo. Es hora de lealtad, firmeza. Aprovechar la crisis para avanzar.

¡Con Chávez, ahora más resteaos que nunca!