6.6.12

LA MACROHISTORIA VENEZOLANA (Miércoles 06-06-2012)


La historia de la humanidad nos muestra con claridad los principales peligros de una Revolución: la cultura dominante y el egoísmo. Los dos fuertemente entrelazados, indispensable su superación para tener éxito. La historia venezolana es rica en luchas por superar los dos pilares de la dominación. Veamos.
Nuestra nacionalidad nace como fruto de un enfrentamiento feroz entre el egoísmo, la cultura de sumisión a una monarquía, y el intento de buscar nuevas formas de organización social donde todos existiéramos como hermanos… triunfó el egoísmo y la sumisión, y el majadero del amor murió, como tantos otros, solo, sin bienes materiales, pero irradiando luz a los tiempos futuros.
  Páez y Santander representan el triunfo de los pilares de la dominación. Luego la situación mundial disipó el aire fresco de la Revolución Francesa , la burguesía desechó sus anhelos de fraternidad, y el capital impuso su ley. El imperio naciente, tal como lo predijo el Libertador, nos llenó de oprobio y el oro negro signó la nueva cultura de la dominación.
 De Gómez para acá la historia es la adaptación de la nación a los intereses mundiales del capitalismo, el imperio gringo engulló la soberanía que tanta sangre y sacrificio costó a los padres fundadores. La sociedad poco a poco se amoldó a la renta, se profundizó el egoísmo. Este período está punteado por la rebeldía: la generación del 28, la toma del Cuartel San Carlos, el 23 de Enero de 1958, la épica guerrillera que le sucedió, el Carupanazo y el Porteñazo, todos heroicos episodios.
La oligarquía ha refinado su forma de dominación, la dictadura dio paso al engaño democrático, el abuso de la credulidad de la masa alcanzó cotas elevadas ayudado por los medios de deformación. Así transcurrió el pacto de punto fijo, cuando la oligarquía parecía infinita en la manipulación reformista. El egoísmo y la desvalorización lucían eternos.
En estas circunstancias ocurre la Revolución Bolivariana, y rápidamente enfrenta el reto de construir una nueva hegemonía. La historia es extraña, la oportunidad de superar al sistema depredador del hombre y la naturaleza aparece en un país con pocos proletarios, abundantes marginales, una burguesía parásita, pequeña burguesía colonizada por la cultura imperial, características opuestas a las esperadas por los clásicos.
Es aquí, contra todo pronóstico, que floreció el árbol de la fraternidad, del amor. No fueron en vano las gestas del Libertador, de Zamora, de la generación del 28, las luchas heroicas del 23 de enero, Fabricio, el Paso de Los Andes, la entrega por fundar un nuevo mundo. Todo abonó un espíritu solidario que el 4 de febrero surgió en este pueblo y tiñe al Continente. Somos el Continente de la Esperanza , aquí, con la imponente carga amorosa que portamos, se pueden superar todas las predicciones. Somos llamados a estallar los tiempos de la dominación del hombre por el hombre, a fundar el mundo de la fraternidad, a derrotar el egoísmo y la cultura de la dominación.
¡Con Chávez habrá Humanidad!

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