7.4.12

EGOÍSMO Y MIEDO (Sábado 07-04-2012)

Si quisiéramos definir a la pequeña burguesía en dos palabras estas serían Egoísmo y Miedo, en ese orden. Del egoísmo se desprende el miedo.


La pequeña burguesía compendia los valores de la clase dominante pero exagerados, potenciados por la desesperación de
 elevarse hacia el estatus que le está negado: hacerse burgués. Están
 condenados a ser una caricatura de la clase dominante, a copiar
 exageradas las pinceladas que definen el cuadro burgués. Es así que 
ostentan símbolos de poder, imitación de los originales, por eso les 
producen más frustración que placer. Siempre se quedan cortos en su
 disfraz de burgués.

Siendo así es una clase muy temerosa, su principal miedo es el no 
poder imitar al burgués, el no poder ostentar su disfraz, comprar los 
símbolos que imitan el poder, símbolos dictados por la propaganda que
 los manipula. Los aterra el tener que vivir 
muy cerca de los barrios, el no poder mantener su aislamiento de la
"chusma." Por eso intentan enclaustrarse con alcabalas, vidrios
 oscuros, cercas eléctricas, sistemas satelitales de vigilancia,
 seguros de vida, del carro, menos los seguros que le garanticen que no
 caerá en la escala social, de esos no hay.

Creen que se ganan la vida solos, sin relación con nadie, se baten con la vida en solitario. De allí surge su profundo egoísmo y su inmenso 
miedo. Podríamos parafrasear a Martí y decir: "Cree el pequeño burgués 
vanidoso que su urbanización, su condominio es el mundo, y con tal de entrar en él, de pasar la frágil alcabala que cubre su entrada se
 siente satisfecho, ignora a estrellas y cometas".


El miedo que los habita los hace vulnerables. Sobre ellos flota la
 debacle económica, el despido, el cierre de su fuente de ingresos, no 
requerir más sus servicios, la obsolescencia tecnológica que corre 
veloz y arruina a las empresitas. Sin embargo, toda esa angustia 
proveniente de la fragilidad económica a que los somete el burgués,
 todo ese miedo es redirigido a los humildes y a quien trate de
 redimirlo. El pequeño burgués, paradójicamente no odia al burgués que 
lo esquilma, sino al humilde que es tan víctima como él, no enfila su 
odio contra los candidatos del capitalismo sino contra los candidatos
 que intentan redimir a la humanidad, incluidos ellos.

Es así, el odio del pequeño burgués es irracional, es demente, por eso 
es cruel, peligrosísimo. Es capaz de cualquier cosa llevado por su
 angustia existencial, capaz de aceptar cualquier crueldad, de asesinar al
 que considera, erradamente, el origen de su desasosiego.

Cuando la locura aflora, explota, no hay razonamiento ni reflexión que
 valga, actúan comandandos por el miedo, sus amarres éticos los diluye
 el terror. Así se explica el fascismo.

No estamos hablando de Europa, aquí cerquita vimos la locura, que
 asesinó a García Lorca, a Víctor Jara, que desapareció miles en el 
Cono Sur. En Chuao, en el asedio a la gloriosa Embajada de Cuba vimos
 actuar a la turba desquiciada y a sus líderes.

¡Con Chávez siempre!

4.4.12

UN LIBRO LUMINOSO (Miércoles 04-04-2012)

El libro "El Movimiento Antiimperial de Jesús" del teólogo Rubén Dri nos muestra una nueva visión de Cristo. Sin privarla de su carga espiritual rescata la inmensa fuerza política que tiene la gesta cristiana. Se basa principalmente en el evangelio de Marcos y lo eleva a teoría invalorable para la práctica revolucionaria, para diseñar su estrategia y lidiar con la táctica. Veamos.

Un caso concreto: la relación de la Revolución con la clase media, con la pequeña burguesía. La enseñanza la encontramos en el episodio cuando un rico que cumplía todos los mandamientos pide consejos a Jesús. Dejemos que sea el propio Marcos el que nos narre el hecho:

Marcos 10, 17-30

En aquel tiempo, cuando Jesús se ponía ya en camino, se le acercó corriendo un hombre y arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» Él, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.» Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.» Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!(...)

Comenta Rubén Dri: "Al joven rico, Jesús le ve todas las cualidades que le hacen falta para formar parte del grupo animador. Pero, una cosa le falta. ¡Nada menos que abandonar la riqueza! Un sólo defecto tiene, ser rico. ¡Menudo defecto! Lo pone en el bando contrario al bando de Jesús. (...) En esta sociedad no puede haber ricos, porque la riqueza acumulada por individuos o grupos siempre se hace en detrimento de los pobres, que son tales porque los otros son ricos."

El símbolo es claro, el rico debe cambiar su relación con la materialidad para poder acompañar la lucha de Jesús, la lucha por el “amaos los unos a los otros”, la misma del Socialismo. Llevemos esta enseñanza a nuestro problema: la clase media, la pequeña burguesía podrá incorporarse a la Revolución , nosotros podemos ganarla para la Revolución , sólo si ella cambia la relación con su materialidad, es decir, su manera de vivir, su consumismo, su derroche. Sólo así podrá entender que la espiritualidad es la mayor riqueza que la Revolución encierra.

Entonces, son errados, no son eficaces, los intentos de ganar a la clase media reforzando su relación con la materialidad. Y son erradas las políticas que olvidan que la fuerza del Socialismo, así como la fuerza del Cristianismo, emana de la espiritualidad amorosa, más que de la compensación material.

¡Sin Chávez nada!

3.4.12

CONCIENCIA Y ECONOMÍA (Martes 03-04-2012)

La relación conciencia y economía es vital para una Revolución. De la solución dependerá el destino del proceso. Es importantísimo discutir esta relación, una equivocación aquí es fatal. Estudiemos el asunto.


Cuando alguien de aquí adentro quiere hablar mal del Socialismo, se refiere a la experiencia Soviética y desde allí descalifica a todo el Socialismo, y a todos los intentos por construirlo. De esta manera privan a la humanidad de la experiencia del camino de la construcción del único mundo viable, el mundo socialista. En el fondo no son socialistas pero no se atreven a decirlo, lo atacan sinuosamente.

Nunca se preguntan ¿por qué Cuba resistió aquella debacle, por qué en Cuba a pesar de todas las dificultades el Socialismo existe?

La respuesta está en una correcta solución de la relación Conciencia-Economía. Veamos.

Los soviéticos plantearon la hegemonía de la economía sobre la conciencia, así una buena economía era suficiente para garantizar la marcha de aquel proceso. La economía formaría espontáneamente la conciencia revolucionaria.

Guiados por esta idea crearon el llamado Cálculo Económico, denominado por el Che autogestión. En este sistema cada fábrica era una unidad económica de funcionamiento aislado, con su presupuesto, capacidad de crédito, etc. En este Cálculo Económico el estímulo material era la palanca principal, y la mercancía su centro.

De esta manera cada fábrica se constituyó en un foco de egoísmo, el intercambio entre estas fábricas socialistas era intercambio de mercancías, cada una pujaba para el beneficio de su unidad.

Ya sabemos cómo terminó la Unión Soviética.

El Che se enfrentó temprano a esta concepción soviética de la economía, y los cubanos plantearon la conciencia revolucionaria como lo fundamental en un proceso revolucionario. La conciencia revolucionaria puede producir riquezas, pero a partir de las riquezas no se puede formar conciencia revolucionaria.

Los cubanos implantaron el Sistema Presupuestario de Financiamiento: más allá de un concepto económico es una visión global de la Revolución. Postula la transición de capitalismo a Socialismo como un hecho conciente, es la Conciencia del Deber Social el pilar fundamental del Socialismo. Por tanto, todas las acciones económicas deben tener como objetivo crear condiciones a la formación de esta conciencia.

En este Sistema Presupuestario, las fábricas, según su rama, forman parte de un gran consolidado, entre ellas no hay intercambio de mercancías, funcionan como una sola empresa cuyas unidades intercambian productos. El estímulo moral es lo principal, y el estimulo material tiende a extinguirse.

El Sistema Presupuestario de Financiamiento, defendido con extraordinaria valentía intelectual por el Che, y a pesar de los obstáculos para su implementación, tuvo y tiene gran importancia en la formación de la asombrosa Conciencia Revolucionaria del pueblo de Cuba, un factor determinante en la resistencia de la humanidad frente al imperio capitalista.

La polémica entre las dos maneras de organizar la economía socialista, y sus consecuencias prácticas son una valiosa experiencia a ser aprovechada por la Revolución Bolivariana. Allí hay un rumbo para resolver la vital relación Conciencia-Economía.

¡Con Chávez!

2.4.12

LA DISTRIBUCIÓN (Lunes 02-04-3012)

En Venezuela la política es influenciada de manera determinante por la manera de captar la renta, por su distribución. Los gobiernos se evalúan de acuerdo a estos parámetros. Aumentar la captura de renta es signo de nacionalismo, distribuirla a manos llenas es calificación de buen gobierno. Hemos vivido cien años marcados por esta dinámica: la política obedeciendo a los precios del petróleo.


Muchos pensadores quisieron romper esta dependencia diabólica, hablaron del excremento del diablo, de sembrar el petróleo, sin embargo, el país embriagado de bonanza nunca ha podido desprender su alma del oro negro.


Con la llegada de la Revolución crece la esperanza de otro tratamiento, otro uso a la renta petrolera.


El Gobierno Revolucionario, con su política soberana, su estrategia de fortalecer a la OPEP, ha conseguido un primer triunfo: elevación de la renta petrolera, ahora es abundante. Lo que antes, por la vía de precios viles, captaban los gringos, ahora se queda en el país, pertenece a la sociedad.


Regresa la pregunta ¿Qué hacer con la alta renta?


Son dos las posibilidades: Una, seguir con la inercia de cien años, más renta, más distribución. Así, el petróleo nos baña de satisfacción, de esta manera, todos alegres, danzando en torno al becerro negro, obtendremos calificación de buen gobierno… Así viviremos hasta que los precios nos separen, regresen la penurias, la escasez, entonces, volveremos al fin de fiesta, regresaremos a la realidad y endilgaremos la culpa a un mal gobierno, aplicaremos lo que se llamó el voto castigo, y esperaremos otra bonanza que nos permita consumir a manos llenas.


La otra posibilidad, la revolucionaria: Por primera vez en la historia, usar la renta para cambiar profundamente las relaciones humanas, las económicas, pero principalmente las espirituales. En otras palabras, construir una nueva cultura que supere la visión rentista cómoda, irresponsable de la vida. Este es el gran reto de la Revolución Bolivariana.


Si caemos en la tentación de "distribuir bien", si nos engaña el espejismo de que buen gobierno es buena distribución, entonces estaremos construyendo un hermoso edificio, pero con las bases de gelatina, no aguantará una pequeña dificultad real o creada por el enemigo oligarca.


La opción revolucionaria es el camino correcto, es riesgoso, es inédito, pero es la única posibilidad de salvar a esta sociedad. Sólo las sociedades integradas, que funcionen como un solo cuerpo, fundadas en las relaciones fraternas, amorosas, podrán hacer frente a las penurias que ya se asoman en el horizonte mundial. Sólo sociedades Socialistas, con alta Conciencia del Deber Social, podrán hacer frente, como un solo cuerpo, a la profunda crisis global que todos vaticinan.


Las acciones revolucionarias deben tener como objetivo la formación de esa nueva cultura, del sentido de sociedad, de elevación de esa conciencia. La Sociedad debe distribuir a través del gobierno, pero el individuo debe retribuir a la sociedad el beneficio recibido: "de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad", debe estar escrito en todas las acciones de la Revolución.


¡Con Chávez!

1.4.12

CRISTIANISMO ES SOCIALISMO (Domingo 01-04-2012)

La historia de las ideas liberadoras es la historia de la lucha por ignorarlas y por dividir a sus partidarios. Así, encontramos que las ideas Cristianas han sido ignoradas en su esencia por las cúpulas eclesiásticas, y han sido separadas del Socialismo, que es su evolución natural.

Para visualizar la conexión entrañable entre Cristianismo y Socialismo, leamos algunos interesantes párrafos de los documentos del Concilio Vaticano II.

El Concilio es una asamblea de todos los obispos católicos del mundo, el más antiguo fue convocado por San Pedro en el año cincuenta en Jerusalén. El Concilio Vaticano II (1962-1965) convocado por Juan XXIII, significó un movimiento renovador, y un intento de regresar al vigor, a la esencia del Cristianismo Primitivo.

“Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad. Sean las que sean las formas de la propiedad, adaptadas a las instituciones legítimas de los pueblos según las circunstancias diversas y variables, jamás debe perderse de vista este destino universal de los bienes. Por tanto, el hombre, al usarlos, no debe tener las cosas exteriores que legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aprovechen a él solamente, sino también a los demás. Por lo demás, el derecho a poseer una parte de bienes suficiente para sí mismos y para sus familias es un derecho que a todos corresponde. Es éste el sentir de los Padres y de los doctores de la Iglesia, quienes enseñaron que los hombres están obligados a ayudar a los pobres, y por cierto no sólo con los bienes superfluos. Quien se halla en situación de necesidad extrema tiene derecho a tomar de la riqueza ajena lo necesario para sí. Habiendo como hay tantos oprimidos actualmente por el hambre en el mundo, el sacro Concilio urge a todos, particulares y autoridades, a que, acordándose de aquella frase de los Padres: Alimenta al que muere de hambre, porque, si no lo alimentas, lo matas, según las propias posibilidades, comuniquen y ofrezcan realmente sus bienes, ayudando en primer lugar a los pobres, tanto individuos como pueblos, a que puedan ayudarse y desarrollarse por sí mismos.”

“El derecho de propiedad privada no es incompatible con las diversas formas de propiedad pública existentes. El paso de bienes a la propiedad pública sólo puede ser hecho por la autoridad competente de acuerdo con las exigencias del bien común y dentro de los límites de este último, supuesta la compensación adecuada. A la autoridad pública toca, además, impedir que se abuse de la propiedad privada en contra del bien común.”

Así habla la iglesia de Cristo. Se entiende su identificación con los principios de la Revolución Bolivariana, y se entiende el por qué la enfrentan los obispos del Sanedrín, defensores de los mercaderes.

¡Chávez es Cristianismo y Socialismo!