16.1.13

TODO EL PODER A LA CONCIENCIA DEL DEBER SOCIAL (Miércoles 16-01-2013)

Sin revolucionar a la conciencia popular no habrá poder popular, si no hay superación de la relación humana egoísta por la relación amorosa, altruista. Es ese cambio cultural la esencia de la Revolución y la razón última del Socialismo.
Siendo así, la organización social, política, económica, el comportamiento de los dirigentes, ¡todo! debe estar en función de ese cambio y debe ser medido por su contribución a esa trasformación, todo el Estado debe estar al servicio de esta causa.
La organización de la sociedad debe servir de soporte a la inmensa tarea del salto en las relaciones humanas.
¿Cómo hacerlo? Hay varias corrientes. Unos opinan que la democracia directa o el asambleísmo es la solución, así se han planteado varias formas organizativas como el "parlamentarismo de calle", nombre bonito pero inoperante, la práctica lo demostró. Aprendimos que la democracia directa debe, necesariamente, delegar, que sólo funciona en pequeños grupos.
Otros plantean que no exista dirección, todos iguales. La práctica demuestra que los vacíos de dirección política se llenan reproduciendo la relación de dominación conocida, allí están los "pranes" y los "luceros".
Este planteamiento viene unido al de que "la masa ya sabe", y "todos en la masa saben igual", por lo tanto nadie enseña a nadie y nadie dirige a nadie. Se ha llegado incluso al absurdo de que ésta sea consigna de algunos planes de estudio.
Los Revolucionarios desde temprano vieron la importancia y necesidad de delegar, no es posible una Revolución sin delegar. La Revolución Rusa triunfa delegando en un poderoso partido, en una dirección verdaderamente revolucionaria. Lo mismo la Revolución Cubana y la China, no hay ejemplo en el mundo de Revolución sin delegar.
Entonces, la historia nos brinda dos elementos de la organización social revolucionaria: debe delegar y tener pequeñas unidades que le permitan funcionar. Sin embargo, persiste un problema: ¿cómo dar visión de sociedad a la vida en esas pequeñas unidades? Sabemos que la conciencia emana de la manera como el hombre se gana la vida, como sea su ejercicio vital. Se deduce que en esas pequeñas unidades, necesariamente surgirá, se perpetuará, la conciencia egoísta.
La respuesta está en la construcción de un tejido social a partir de estas pequeñas unidades. Este tejido, formado por organismos funcionales, va hasta lo nacional, es la única forma de dar sustento a la Conciencia de Sociedad, del Deber Social.
Este tejido debe tener tareas políticas locales y nacionales. Las elecciones nacionales en tercer o cuarto grado serán una de ellas. También son importantísimas las jornadas de trabajo voluntario, el marcado por el altruismo, desligado del beneficio personal.
Esta organización y el ejercicio vital que ella puede soportar son el insumo para el salto cultural, la ética revolucionaria tiene soporte allí, la moral revolucionaria va surgiendo a la par de nuevos valores, de nuevas formas de valorización, así cambiarán nuestros paradigmas.
¡Chavistas!

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